El cooperativismo de servicios, lejos de estar ajeno a la actual situación impuesta por la pandemia, atraviesa esta muy compleja etapa histórica en estado de tensión. En todos los sentidos.
Ejemplos sobran: desde la obligación de prestar servicios esenciales (energía, telecomunicaciones, funeraria y gas) a la promoción del cuidado sanitario de sus trabajadores y usuarios; desde las consecuencias del desastre económico que dejó el gobierno nacional anterior a la imposibilidad de ajustar tarifas de los servicios que eviten el quebranto financiero; desde la aceleración para definir protocolos sanitarios obligatorios a la obligación de garantizar que la gente, en sus hogares, tengan una respuesta precisa y rápida para resolver sus reclamos. Y así podríamos seguir.
En forma inmediata a la declaración del aislamiento social, preventivo y obligatorio del pasado 20 de marzo, la CPE empezó a transitar un camino tan lleno de obstáculos como de desafíos. Se suspendieron muchísimas actividades básicas (como la atención personal en las cajas, los velatorios o el ingreso a las viviendas de los técnicos de Telecomunicaciones) a otras importantes -aunque no esenciales- como los talleres de capacitación, las actividades programadas para festejar los 90 años de la CPE, y la distribución de la revista institucional “Nuevo 1º de Octubre”.
Después de 21 años exactos, desde mayo de 1999 a abril de 2020, fueron 252 números consecutivos, mes a mes, de esta publicación que inicialmente tuvo una tirada de 4 mil ejemplares hasta alcanzar los 39 mil de los últimos dos años. Este vínculo comunicacional de la CPE, directo, ameno y de realización propia, no debía perderse. Por eso, ahora, la etapa digital resulta un desafío extraordinario, una oportunidad para volver a aprender, renovar y ajustarnos a los nuevos tiempos, sin perder la esencia cooperativista y solidaria.
El pequeño gran universo digital que se abre para la Primero de Octubre está lleno de interrogantes. Como lo fue cuando a principios de 1999, la CPE definió la producción y distribución de esta revista.
La comunicación institucional tiene variantes cuya razón de ser es la llegada a cada asociado con voz propia, sin intermediarios. Informar sobre servicios, programas, tarifas de los servicios de la CPE; expresar una opinión institucional sobre temas que nos competen; abrir el espacio a educadores, profesionales de la salud, investigadores y docentes universitarios así como a organizaciones no gubernamentales u oficinas estatales; difundir la obra de nuestros artistas regionales; nada de eso va a cambiar.
El cooperativismo nació como respuesta a las necesidades populares cuando los Pioneros de Rochdale, en Inglaterra, allá por 1844 pusieron en marcha un modelo de acción propio y solidario. La CPE nació en 1930 como respuesta a una necesidad del vecindario local. La esencia del cooperativismo solidario es responder ante las situaciones críticas, imaginar medidas, probar y adaptarse, y cambiar lo que haya que cambiar.