Los adultos mayores cuentan en la CPE con la posibilidad de disfrutar de cinco propuestas especialmente dirigidas a ellos. Los talleres de capacitación cooperativos dedicados a las personas mayores conforman una alternativa saludable, educativa y recreativa. “Educación alimentaria para un envejecimiento saludable”; “Baile terapia”; “La memoria que nos une”; “Dibujo y Pintura” y “Teatro en movimiento”, se han transformado en espacios de encuentros interesantes para una edad que impone nuevos desafíos individuales y grupales.
En cada uno de los espacios se forman vínculos y se comparten momentos de diversión, aprendizaje y compañerismo, por lo que esperan con mucha motivación el momento del encuentro. Quienes asisten a estos talleres han logrado mejorar su calidad de vida, su ánimo, su costado recreativo; han aprendido a estimular su cognición y su memoria, tener mayor movimiento en su cuerpo y a la vez dedicarle menos tiempo a las pantallas que hoy todo lo quieren invadir.
Educación Alimentaria para un Envejecimiento Saludable
Micaela Liz Orezzo y Guillermina Righetti, ambas licenciadas en nutrición, son las encargadas del taller de Educación Alimentaria para Adultos Mayores. Su eje es “trabajar en la educación y en la modificación de los hábitos alimentarios” que son adecuados para mayores de 60. El espacio apunta a modificar pequeños hábitos que mejoren la calidad de vida de las personas e impacten de forma positiva. “La idea es ir transmitiendo conocimiento de todo lo que es la alimentación y la nutrición a través de distintas modalidades; de juegos, de videos y de recetas que realizamos en la clase”, comentaron.
Micaela y Guillermina cuentan que trabajan con las guías alimentarias para la población argentina, que contienen diez mensajes claros para la comunidad e informan sobre todos los grupos de alimentos necesarios para los adultos mayores y para la población en general. Su contenido hace enfoque en patologías comunes que aparecen en la edad adulta, los cambios asociados a la menopausia y la necesidad de dietas específicas para fortalecer al organismo.
Cristina Ferrero, una de las asistentes, participa desde hace dos meses; se interesó porque quería tener más conocimientos: aprender a leer las etiquetas y saber qué ingredientes son los adecuados para ingerir a su edad y en qué cantidades. “Aprendí mucho. Las profes son divinas, y nos explican de forma muy natural. Recientemente aprendimos a cocinar con menos o nada de sal”.
Nélida Esther Páez también forma parte del grupo en el que, además de aprender sobre buenos hábitos y alimentos, comparte valores y se siente contenida. “Desde las chicas que nos enseñan y las personas que venimos, no solo asistimos a aprender sobre comida, sino que formamos un grupo unido de gente adulta. Siempre hacemos juegos y actividades que nos proponen las profes”, comentó.
Baile Terapia
Paola Sánchez es profesora de danza clásica y dicta el taller cooperativo desde hace dos años. En él participan unas treinta personas, que este año se preparan para una presentación de las coreografías aprendidas.
Paola cuenta que en el taller aplica “un método de enseñanza que implica el entrenamiento integral, donde se fusiona la gimnasia con el baile”. Los participantes aprenden distintas técnicas de gimnasia y baile, que incluyen calentamiento articular aero adaptado, tonificación, técnicas de ballet y coreografías.
En las clases los asistentes encuentran “mucho baile, diversión y desenchufe”. Además, este tipo de actividad es muy beneficiosa para el estímulo cognitivo de los adultos mayores. “Se deben memorizar pasos y técnicas, que activan el cerebro para coordinar. Se hace todo despacito, los pasos se repiten muchas veces, se coloca la música y después queda la coreografía armada”, agregó. “Acá se mueven, ejercitan y activan el corazón, la mente, el alma y el espíritu”.
Elisa Ramírez, una de las alumnas, comenzó en julio. Una conocida le recomendó la actividad y se animó a probar. “¡Me encantó! Ahora espero los miércoles con muchas ganas. Me sirve para cortar la semana. Paola es divina y el grupo también. Me gusta el baile y en especial me sirve para la coordinación de la parte mental”, cuenta entusiasmada.
Daniel Serviño es otro de los participantes, y este es su segundo año en el taller. “Me hizo muy bien a mi salud. Paola es muy responsable y le pone muchas ganas”, dice. Cuando Daniel comenzó, sufría artritis, pero estar en movimiento lo ayudó a mejorar sus articulaciones y trajo consigo otros beneficios: dejó por algunas horas el celular y las pantallas y mejoró con creces su estado de ánimo.
Dibujo y Pintura para Adultos Mayores
Hernán Andrés Alcaraz Vega es artista plástico y docente de artes. Sus alumnos lo llaman “Andy” y aunque su enseñanza se enfocaba en infancias y juventudes, su inquietud lo llevó a proponer a la CPE un abordaje en adultos mayores. “Es un taller anual pero mi intención es que haya un espacio de verano también”, contó.
Andy concibió la idea de su propuesta como un “refugio de arte”. Un espacio donde alumnos y alumnas puedan “refugiarse” y habitar el momento a través del dibujo y la pintura. En la hora y media del taller los participantes eligen sus obras con total libertad y despliegan lápices, hojas, acuarelas, pintura en acrílico, al óleo o cualquier técnica de dibujo que deseen. El profesor acompaña con conocimientos técnicos y enseñando el uso correcto de las herramientas. “Algunas obras que surgen son de pintura más abstracta, otros hacen dibujos más figurativos, referencial a lo botánico, y otros, retratos”, comentó.
Los alumnos se encuentran motivados en sus trabajos y están preparando una muestra en la Cámara de Diputados de La Pampa, que se llevará a cabo en la primera semana de diciembre. “Algunos es la primera vez que participan de un evento así”, informó el profesor.
Analía Milano es una de las alumnas de este “refugio de arte”. Unas compañeras la invitaron a venir y cuenta que lo primero que aprendió fue de imagen y figura. “El profesor nos da una guía inicial y después nos acompaña en cada proceso individual. El grupo es muy bueno, es como un momento de escape y de hacer actividades que, en otro momento de la vida, fueron relegadas. Siempre hay mate y alguien trae algo para comer y compartimos, incluso tenemos un grupo de WhatsApp donde el profesor nos incentiva”, sostuvo Analía.
La Memoria que nos Une
Natacha Jiménez Somovilla es Licenciada en Psicología y diplomada en Gerontología. En este espacio trabaja la memoria desde espacios comunes, de historias de vida, donde los alumnos cuentan y relatan sus experiencias y se sienten identificados, unos con otros, en cada testimonio.
“El principal interés del taller es la socialización, porque ayuda mucho la estimulación en adultos mayores. Se trata de encontrarse con pares y hablar de cosas que pasan en la vejez”, contó Natacha. Para trabajar se utilizan distintas metodologías. “Programo ciertos temas a lo largo del año y utilizo determinados recursos y herramientas para trabajar esos temas puntuales”, dijo la psicóloga.
La forma de abordaje es dinámica; a veces se utiliza un disparador como una frase, un video o una técnica que estimule la atención, el lenguaje y la memoria. Se han tratado temas específicos de la vejez como los cambios físicos; cambios a nivel emocional; la menopausia; cómo prepararse para la jubilación; cómo es ser abuelos mediados por la tecnología; el tránsito por la vejez; los estereotipos de belleza; la sexualidad; las pérdidas, entre otros.
Alicia, una de las participantes, asiste con su marido: “Desde el primer día me gustó cómo la profesora abordó los temas, tanto de la memoria como otros importantes en adultos mayores. Uno desconoce muchas cosas y ella nos asesora. El grupo es muy lindo y todos nos prendemos en los debates que se abren”.
Teatro en Movimiento
Astrid Urban es la mentora y responsable de este espacio compuesto por diez mujeres. Comentó que no se trata de un taller de teatro solamente sino que hay una conexión directa con el movimiento, que se adecua a las participantes. “El foco está puesto tanto en la actuación como en la movilidad. Me gusta encarar una parte de entrenamiento junto con ejercicios de actuación”, sostuvo.
Desde su perspectiva, el entrenamiento corporal, además de ayudar a la movilidad, “devuelve conciencia corporal en el espacio y en el tiempo presente”. “Es un momento de introspección, de percibir cómo está el cuerpo, de poder movilizar las zonas que están en tensión e intentar deshacer esas tensiones”, agregó.
Para trabajar la perspectiva teatral Astrid utiliza diferentes recursos: ejercicios de voz, de pensar y componer una escena, imaginarla frente al espectador. De acuerdo con sus palabras, el espacio resulta terapéutico, divertido y movilizante, porque es un lugar donde se mueven muchas emociones. Las participantes interpretan distintos roles, se escuchan a sí mismas y empatizan a través del teatro.
Los cinco talleres cooperativos destinados a adultos mayores finalizarán su ciclo 2024 en noviembre, pero siempre es un buen momento para inscribirse y participar en los encuentros semanales, que buscarán retomar sus actividades el próximo año. Aquí, se pueden consultar los horarios de estos y otros talleres disponibles en la CPE.
*Silvina Llames es Licenciada en Comunicación Social