La CPE cumple y defiende sus pautas estatutarias; cada año, generalmente durante el mes de septiembre, convoca a sus asociadas y asociados a renovar con su voto el Cuerpo de Delegados y Delegadas, órgano máximo de la entidad y de la representación de las y los vecinos. Sin embargo, en 2020 la excepción la impuso la pandemia: no se pudo votar porque no había autorización formal. Esta determinación legal también se acató, en cumplimiento de los cuidados sanitarios.
Este año, mejor encaminados por las campañas de vacunación y la caída de contagios, se habilitó la realización de las Asambleas Electorales de Distrito –ese es el título preciso y formal de las elecciones en la CPE– y entonces debieron organizarse con el condimento particular de “seguir con los cuidados”. En realidad, la mayor parte de los aspectos organizativos giraron alrededor de esta pauta: garantizar a las y los trabajadores que debían cumplir con su labor, y a las y los asociados que se acercaran a votar, que se mantendría el distanciamiento, la higiene de las manos, el uso del tapabocas.
Los resultados, independiente de lo estrictamente electoral, son muy buenos. Los datos son elocuentes, con una importante participación de las localidades interconectadas, además de Santa Rosa, pero estas pocas líneas pretenden destacar y reconocer la actitud comprometida de trabajadores/as y asociados/as. En distintas áreas internas, con roles diversos, numerosos integrantes del plantel laboral aportaron lo suyo para que las cosas salieran bien. Esto no es nuevo pero vale destacarlo y hacerlo conocer porque el contexto sanitario es otro.