El compromiso con la educación ha sido uno de los principios fundamentales del movimiento cooperativo desde que éstos se formularon por primera vez, la llamada “Regla de Oro”. Los primeros cooperativistas vivían en sociedades en las que la educación estaba reservada a los privilegiados. Pero comenzaba a advertirse que la educación era fundamental para transformar la vida de las personas.
La Cooperativa Argentina de Gas Ltda. (CADEGAS) participó del acto de homenaje a Antonio Skara. Lo hizo enviando un documento donde ratifica la alta estima y reconocimientos del conjunto de las cooperativas vinculadas con el gas, al compromiso institucional y personal asumido con el sector, su participación en la fundación de Cadegas y en la creación de Ley 26020 de GLP, sancionada en 2005. Antonio es considerado presidente vitalicio de Cadegas.
Viernes 21 de octubre. Escuela Secundaria I “1720 viviendas”, en el barrio Esperanza de Santa Rosa. Salón de actos colmado. Un libro que se presenta y una cooperativa que recibe su matrícula. La comunidad escolar, acompañada por numerosas familias, aplaude y se emociona cuando la presidenta, Magalí Martín, junto al vocal Juan Bautista Suhurt, de la cooperativa escolar “Atrapasueños”, dan la bienvenida y agradecen el acompañamiento que han tenido durante todo el año. Su proyecto, su trabajo y su militancia están cosechando lo que vienen sembrando.
Clubes del trueque, asambleas barriales, saqueos a los supermercados, la gente golpeando las persianas de los bancos, la clase media y los desocupados marchando juntos al grito de “piquete y cacerola, la lucha es una sola”, ése era el escenario en los primeros años del nuevo milenio y la desesperanza se extendía en la sociedad argentina. Se buscaba trabajo más por inercia que por las chances de conseguirlo. En medio de esa crisis, en 2002, nace Eloísa Cartonera, una editorial que encontró en lo que otros tiraban la posibilidad de salir a flote con un proyecto cultural.
Actas que dan luz a hechos que hoy son memoria, pero que hace exactamente 50 años significaban todo o casi todo para la Cooperativa Popular de Electricidad. El período que atravesó los años 1951 y 1952 fue crítico en cuanto al suministro de energía, lo que obligó a mantener las restricciones del consumo domiciliario. Sin embargo, la expectativa pasó por adquirir, traer e instalar un nuevo grupo generador que ayudara a paliar la crisis.
Sin dudas el año que termina será recordado por varios motivos. En el país, porque es el año en que la campaña de vacunación contra Covid tuvo un despliegue fenomenal. Al filo del año, es altísimo el porcentaje de población con esquema completo de vacunación. A pesar de una impiadosa campaña mediática en contra de las vacunas, la población respondió de manera responsable.
El 6 de julio de 1930, un grupo de cuatro vecinos santarroseños empieza a darle forma al sueño de una usina popular, que pusiera fin al monopolio abusivo de la Compañía Sudamericana (SUDAM), encargada de la generación y distribución de energía eléctrica en la pequeña ciudad capital del Territorio.
TKQ es un espacio independiente y cooperativo que se inauguró oficialmente con la 35° Fiesta Nacional del Teatro, realizada en octubre en La Pampa. Gestionado por Laura Acuña, Facundo Morales, Ana Santa Marta y Hector “Pely” Malgá, teatrerxs pampeanxs que en 2017 participaron de un concurso nacional promovido por el Instituto Nacional del Teatro donde obtuvieron la adjudicación para la compra de un edificio que luego se transformaría en sala de teatro.
Un grupo de estudiantes y docentes del colegio secundario del barrio Esperanza está armando una cooperativa escolar. Son alumnos de 2º y 3º año. Agustina Manso y Armando Lagarejo, responsables de la Secretaría de Educación Cooperativa de la CPE, vienen colaborando en el proyecto y resumen las ideas de las y los chicos y docentes que participan de esta iniciativa.
Abastecerse de alimentos por fuera del modelo hegemónico que nos impone el circuito de supermercados y góndolas colonizadas por las marcas que, con distinto sello, producen unas pocas empresas en el país, no es tarea sencilla. Sin embargo, cada vez aparecen más alternativas que intentan vincular a los consumidores con una gran cantidad de productores cooperativos de alimentos, desde otra lógica que privilegia el “precio justo”. “Alimentos Cooperativos” es una de ellas.
IDELCOOP es una fundación de educación cooperativa, sin fines de lucro, creada en octubre de 1973 por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), para la promoción y capacitación del modelo solidario. En 2018, el historiador Daniel Plotinsky anunció el proyecto para crear elArchivo Histórico del Cooperativismo Argentino (AHCA), nacido a su vez del Archivo Histórico del Cooperativismo de Crédito (AHCC). Esta última es una asociación civil que además del acervo propio acumulado durante 25 años, tiene en guarda la documentación de Cooperar.
A mediados de 2020, en pleno contexto de pandemia, comenzó a funcionar la Escuela Hortícola Municipal (EHM) de Santa Rosa, un proyecto en el que participan miembros del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) en camino a conformar la Cooperativa Brote Popular, y que es, al mismo tiempo, un espacio de formación y de producción agroalimentaria y agroecológica. A poco más de un año, los resultados de la experiencia son alentadores, según Santiago Ferro Moreno –Doctor en Ciencias Económicas y Licenciado en Administración de Negocios Agropecuarios– y uno de los profesionales de la Facultad de Agronomía de la UNLPam que asesoran al grupo en aspectos de planificación y comercialización.
La Secretaría de Educación Cooperativa de la CPE no escapó a las vicisitudes de la pandemia del Covid-19 y los límites que esta impuso. Por un lado el pasaje de las actividades presenciales a las virtuales, pero también con alguna novedad en cuanto a la conformación del equipo que dirige Armando Lagarejo.
¿Empleo informal o registrado? ¿Ser monotributista o buscar un lugar en una empresa? ¿Arriesgar inversión en proyectos individuales o intentar una salida grupal? Cada celebración del Día Internacional de las Trabajadoras y los Trabajadores nos invita a reflexionar sobre un panorama laboral que es cada vez más complejo. En ese contexto, las cooperativas de trabajo representan una posibilidad cuya lógica es totalmente distinta, cuando no contraria, a lo que tenemos como costumbre.
La Cooperativa de Servicios Públicos de General Acha -COSEGA- tiene todo listo para el lanzamiento del servicio de IPTV, acto formal que se cumplirá este jueves 30 de septiembre. La CPE saluda este verdadero acontecimiento cultural para toda la provincia, digno del esfuerzo de las cooperativas pampeanas en pos del bienestar de sus asociadas y asociados. El área de Prensa de la entidad achense recordó, para esta revista institucional, parte de la historia del nuevo servicio.
La historia de la CPE puede resumirse en una búsqueda permanente del bienestar de sus asociados y usuarios. La autogestión, es decir la forma propia de organizarse de una comunidad, es una herramienta vital para hacer frente a las necesidades que van apareciendo y las posibilidades de solución que alguien puede concebir, y después –si se dan las condiciones- realizar. En este sentido la fábrica de hielo de la CPE fue un recurso concreto que durante más de 30 años benefició a cientos de familias.
Fue por unanimidad que una asamblea extraordinaria convocada por la Cooperativa resolvió, en febrero de 1973, incursionar en la prestación de un servicio funerario, con el fin de aliviar los altos costos a los que una familia debía someterse ante el fallecimiento de un ser querido.
Una etapa de fuerte expansión del movimiento cooperativista en La Pampa se puede observar durante el primer período de gobierno del general Perón, un lapso aún no estudiado en profundidad que comenzó a partir de 1943 con un régimen de intervencionismo estatal en la economía nacional.
Desde sus inicios como comisión en pro de la rebaja de las tarifas eléctricas ante la Sudam, hasta que se constituyó como cooperativa y obtuvo la concesión municipal para brindar el servicio a partir de octubre de 1935, las actividades se concentraron en organizar de la nada y desde la absoluta inexperiencia, una usina eléctrica capaz de dotar luz de "buena calidad" a una población de 10.326 habitantes.
«El dinero de los argentinos en manos argentinas» fue una consigna lanzada por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC) en 1971. Expresaba la esperanza del cooperativismo de crédito de que las políticas económicas implementadas en nuestro país promovieran el desarrollo socio-económico de todos sus habitantes. En noviembre se cumplen 60 años de la creación del Instituto Movilizador.
Página 1 de 3