En la CPE funciona un sector que no todos los asociados conocen. Sin embargo sus integrantes recorren diariamente las calles de Santa Rosa y Toay para llegar a los domicilios con documentación importante. Se trata del área de Distribución que cuenta con un plantel de nueve trabajadores permanentes.
Publicada en diciembre de 2018
Parece sencillo pero no lo es: organizar la distribución de la facturación de los servicios de Telecomunicaciones y la revista institucional, además de avisos de deudas o avisos de corte y otras documentaciones específicas, requiere habilidad, experiencia y paciencia. Es una tarea que tiene mucho de detalle, casi de “ingeniería”, y de necesidad de conocimiento del entramado de avenidas, calles, pasajes y barrios de ambas ciudades, pero al mismo tiempo -en particular de parte de los distribuidores- exige voluntad para “escuchar” reclamos y quejas, tanto como afrontar un pavimento destruido y un tránsito caótico con conductores poco solidarios.
No obstante, y muy atentos a este panorama, todas las semanas, de lunes a viernes, durante varias horas en turnos matutinos y vespertinos, los trabajadores salen en sus motos con sus mochilas cargadas. “Hoy estamos entregando entre 70 y 80 mil unidades mensuales, con nueve operarios permanentes atendiendo el reparto y ocho compañeros eventuales de otros sectores que en horas extraordinarias ensobran las facturas y la revista”, precisa Abel Gómez, quien está a cargo del sector.
Distribución, como cualquier otro sector, tiene su propia historia, de menor a mayor. Primero fue la revista institucional y algunas pocas facturas, luego se fueron incorporando los servicios de internet y telefonía, y finalmente los de la televisión por cable, por lo cual se fueron definiendo medidas e inversiones importantes. “Comenzamos entregando sólo en el centro, pero luego ya fueron Villa del Busto y Villa Santillán, que era hasta donde cubría la fibra óptica instalada. Pero mes a mes y en poco tiempo el servicio se fue extendiendo por la ciudad, y no tardó mucho en llegar a Toay”.
Durante algún tiempo -muy poco en realidad- alcanzaba con dos operarios distribuyendo en bicicleta y otro organizando el reparto en la oficina; pero cuando la cantidad superó las 5 mil unidades mensuales, y ante la perspectiva de seguir creciendo, la tarea requirió elevar la actividad a rango de sector, los operarios pasaron de dos a tres, luego a cuatro y las bicicletas se cambiaron por motocicletas.
Con la estructura ya consolidada, se pudieron atender los requerimientos de otros sectores de la Cooperativa que necesitan llegar al asociado con comunicaciones tales como avisos de deuda, avisos de corte, y los libros y discos de Editorial Voces, entre otros. A las facturas de los servicios de telecomunicaciones siempre se agregó, en el mismo sobre, la revista institucional “Nuevo 1ro de Octubre”. Se trató de una decisión importante y probablemente única en el país: que una cooperativa grande, en este caso le CPE, mantenga una comunicación directa con sus asociados, de una manera muy efectiva: gracias a esa determinación hoy se puede decir que en cada hogar donde llega Telecomunicaciones llega mensualmente también una revista de la Cooperativa.
Recursos Humanos
En el organigrama general, Distribución depende de la Gerencia de Recursos Humanos, y su tarea tiene un vínculo directo con el área de Seguridad, Higiene y Medio Ambiente. ¿Por qué? “Bueno, la gente tiene que saber que para los trabajadores que están en la calle repartiendo, la tarea no es fácil; no se olviden que las entregas deben llegar a tiempo a pesar del calor, del frío, la lluvia o el viento; los chicos se mueven en vehículos que no son cómodos ni protegidos como un automóvil, y con una mayor exposición a los accidentes”, explica Gómez.
En ese sentido, valoran mucho los aportes de Seguridad e Higiene en particular en lo referido a seguridad vial y el manejo frente a animales peligrosos. “Les podríamos contar un montón sobre los peligros potenciales y los extremos cuidados que hay que tener, o por el estado de las calles o por la cantidad de perros callejeros que son un tremendo problema”. A todo esto se deben agregar que, “-con mucha frecuencia- encontramos falta de buzones o falta de numeraciones en las puertas de entrada de los domicilios, que dificultan la ubicación del destinatario y la entrega segura. Todos esos inconvenientes se deben sortear diariamente y seguir adelante”.