Desde hace 15 años, dentro del programa de talleres de capacitación de la CPE, se viene desarrollando sin interrupciones, el de Ajedrez. Un espacio de aprendizaje, de entretenimiento, pero también de salud, sostenido en el tiempo y a pesar de la pandemia por su responsable, Gustavo Homman.
Gustavo descubrió el ajedrez a los 10 años, en la colonia de vacaciones de General Acha, donde hacían participar a los niños y niñas en diversas disciplinas deportivas y talleres. Enseguida creció una atracción que hasta hoy continúa, y que lo llevó a participar activamente en torneos locales, nacionales e internacionales, representando a la provincia de La Pampa.
Con el paso del tiempo, las modalidades de juegos fueron cambiando. El mundo de internet y las redes sociales permitieron que el ajedrez enfrente en una partida a personas distantes, y que un profesor de una pequeña provincia argentina pueda, en poco tiempo, competir en numerosas ocasiones con maestros internacionales, como nunca antes había sucedido. Sin dudas la pandemia encontró al ajedrez perfectamente preparado para continuar su desarrollo y competición de manera no presencial.
También en línea pudo seguir el taller de ajedrez de la CPE. Un espacio al que asisten personas de todas las edades y por diversos motivos. Gustavo sostiene que algunos se acercan por el juego en sí mismo, por las herramientas que brinda el ajedrez para la vida (estimula la concentración, la toma de decisiones, capacidad de análisis, etc), por curiosidad, por recomendación médica, entre otras razones. Muchos de sus ex alumnos y alumnas dan clases para poder solventarse los gastos de una carrera que deciden estudiar. “De todas maneras, uno no se dedica a la matemática o física porque lo haya aprendido en la escuela, sino que son herramientas para nuestra formación futura y el ajedrez es una parte interesante para ese proceso”.
¿Se puede jugar ajedrez por recreación, sin dedicarse a estudiar la teoría del juego? “Claro que sí -afirma Gustavo-, pero los progresos son más lentos; si no estudiamos no podemos saber cuál será nuestro techo. Pero es posible jugar por recreación, sin estudiar, ir aprendiendo mediante prueba y error. Y por supuesto se puede aprender sin necesidad de competir; la competencia pule o te mide en otros aspectos. Vuelvo al ejemplo de la matemática, la podemos estudiar y aprender sin necesidad de competir en las famosas olimpiadas para progresar”.
- ¿Resurgió el interés por el ajedrez luego de la serie Gambito de Dama, de Netflix?
-Sin lugar a dudas la serie hizo más visible a este deporte y el interés creció notablemente.
- ¿Cómo te parece que está hoy el ajedrez argentino en el contexto mundial?
A nivel de juego competimos de igual a igual con otros países, pero nos falta organizar eventos que den el roce necesario para que nuestros jugadores den ese salto de calidad que falta.
Gustavo Homman es Operador Sociabilizador y Acompañante Terapéutico. Trabaja en la Residencia de varones que depende de la Dirección General de Niñez, Adolescencia y Familia, del gobierno de La Pampa. ¿Se podría vivir del ajedrez en el país? “Se puede -dice Gustavo- pero hay variables que lo hacen más difícil; como en cualquier otra actividad”.