Un espacio en el amplio panorama de talleres cooperativos que ofrece la CPE es el dedicado a los emprendimientos y las finanzas. En él, su responsable, José María Buldorini, busca generar un momento de acompañamiento a los procesos impulsados por sus alumnos, resolviendo sus inquietudes y dudas.
En el taller se incorporan herramientas de diagnóstico, cálculo de costos, flujo de caja, y marketing, entre otras. Pero sobre todo, se estimulan las ideas, los inicios y las posibilidades de desarrollo o expansión en el mercado.
Cada vez más personas deciden emprender, ya sea por pasión o por necesidad. Todo comienza con la idea de ofrecer un producto o un servicio, pero como menciona Joan Manuel Serrat “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Y como todo proyecto, el camino tiene sus sus altos y bajos por lo que, cuanto más preparados estemos, mejor.
José María fue una de las personas que el año pasado asistió al cierre y exposición de los talleres de la CPE; luego, presentó el proyecto de taller con la finalidad de otorgar herramientas a personas que ya están en algún tipo de emprendimiento, tengan la intención de comenzar con algo o simplemente sientan curiosidad en aprender sobre estos temas.
La modalidad de taller
Muchos de los alumnos y alumnas ya tienen un emprendimiento propio, otros tienen un proyecto o una idea, pero aún no lo han desarrollado y algunos recién están comenzando con los elementos que tienen a su alcance.
“En abril comenzamos con la primera parte, que fue el diagnóstico del emprendimiento”, comentó Buldorini. Diagnosticar un emprendimiento implica estudiar medianamente el mercado, el tipo de producto que se va a ofrecer, quiénes son los competidores, a qué segmento de clientes se puede dirigir y cómo se puede presentar el producto, entre otras variables.
En palabras de José María "lo fundamental es que aquellas personas que tienen algún don artesanal, o confeccionan prendas, o se dedican a la compra y reventa, tengan la idea de cómo emprender”. Lógicamente los inicios son muy rústicos o primarios, con lo que se tiene al alcance. Pero “a medida que van creciendo, el objetivo es informarles, por ejemplo, dónde se deben inscribir: trámites ante organismos como la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA, ex AFIP); cómo generar una clave fiscal; o gestiones en la Dirección General de Rentas del Gobierno de La Pampa”, comentó José María. En cambio, si se trata de un emprendimiento donde se manipulan alimentos deben inscribirse en bromatología y se les explica cómo tramitar la habilitación municipal.
Mucho más de lo que se ve en la presentación
Otros de los temas que se aprenden en las clases son todas las variables que involucran a un producto o servicio. Es necesario calcular los sueldos directos, sobre todo aquellas personas que trabajan solas y no contemplan el valor de su mano de obra, ni tampoco consideran el costo de la inscripción y sostenimiento de una categoría fiscal como monotributo, o el valor de la mano de obra por hora. También hay que tener en cuenta otras variables como materiales, el empaque donde se entrega el producto, el packaging, la etiqueta, el traslado, el cadete, el envío a otras ciudades, entre otras.
Hay que contemplar, además, los sueldos indirectos: personas que colaboran en el proceso productivo y que es necesario considerar a la hora de calcular el precio final de un producto.
Es importante no olvidarse de esos aspectos. A partir de ello se puede analizar el costo y ver a qué precio se puede vender. También se puede modificar la ganancia en función de los costos, de la inflación y del grado de aceptación del producto o servicio.
Contenidos
“Arrancamos con un diagnóstico del emprendimiento, donde analizamos el mercado, los proveedores, los clientes, los competidores, el segmento al que vamos a apuntar y los aspectos a tener en cuenta para arrancar. También es importante definir la misión, visión y objetivos de mi negocio”, comentó el profesor.
El segundo eje es el análisis de costos y precios.“Un punto importante es ayudar al grupo con los temas de cálculo de costos y precios e incentivarlos a expandirse”, sostuvo Buldorini. Esta parte está ligada a conceptos sobre cómo calcularlos; cómo llevarlos adelante durante un proceso inflacionario; cómo estimar para no improvisar o decidir precios “al tanteo”. “Mi herramienta fundamental en esta forma de taller es que veamos con ejemplos prácticos de emprendimientos: puede ser confección, gastronomía, reventas, artesanías, etcétera”.
“Si el producto a ofrecer es muy común, hay que analizar a cuánto lo vende la competencia; con ese dato se puede decidir un margen de ganancia. Pero si se trata, por ejemplo, de un producto artesanal, tiene un valor agregado y se pueden buscar lugares específicos donde venderlo o ver la veta de cómo puedo liderar en el mercado”.
En un tercer eje se aborda la parte financiera: se enseña a calcular presupuesto y los alumnos aprenden a analizar su cash flow o flujo de caja, es decir, los ingresos y egresos en un período determinado. Se arma una planilla de ingresos y egresos en una planilla de cálculos —como Excel, por ejemplo— y en ella se puede manejar una pequeña contabilidad.
El último de los contenidos es el marketing: primero una visión general, que incluye aspectos sobre la presentación del producto, cómo publicitar. Y otra parte de marketing digital, donde se enseña el uso de las redes sociales para dar visibilidad al producto y ofrecerlo a la venta. Sin embargo, hay otros elementos que forman parte tanto del marketing tradicional como el digital: el segmento a cuál va dirigido el producto, porque por ejemplo no es lo mismo si es para adultos o para niños y niñas.
Otros elementos a tener en cuenta —a los que muchas veces no se les presta atención pero no dejan de ser importantes—, son la personalización y la distinción. La etiqueta, la forma de presentación del producto, el packaging, cómo se envuelve y cómo se hace llegar ese producto.
Algo muy importante a considerar y trabajar es en el servicio de posventa, que es considerado como valor agregado. El contacto con el cliente es muy importante; es bueno preguntar sobre la atención, sobre cómo le fue con la experiencia de compra, qué le pareció el producto, si fue de su satisfacción, si tiene algún reclamo, queja o sugerencia. Todo eso genera la fidelización con el cliente porque esa persona que te compra una vez después te vuelve a comprar.
“Elegí inscribirme al taller porque emprendo desde hace mucho tiempo y quería capacitarme, saber un poco más, extender el conocimiento para ver de qué manera llegar a más personas. Ver de qué forma puedo crear estrategias que me permitan expandirme. Tengo un emprendimiento de panificación relacionado con todo lo integral y alimentación saludable. Creo voy a salir con más conocimientos porque me estoy sacando muchas dudas, estoy aprendiendo y aparte me está dando estrategias para poder incorporarme al mercado provincial”
Vanesa, alumna del taller
Dinámicas del taller
El Taller de Emprendimientos y Finanzas dictado por José María Buldorini se realiza los viernes de 18 hs a 20 hs en el Espacio Cultural Antonio Skara, sobre la calle Raúl B. Díaz, a metros de 1º de Mayo, desde el mes de abril. Asisten a él cerca de 20 alumnos y alumnas, de entre 20 y 50 años.
“Algunos de ellos ya tienen sus propios emprendimientos y quieren perfeccionarlos y otras personas tienen alguna idea que quieren emprender a futuro. Yo, por mi parte, quedo abierto a las consultas requeridas”, resaltó el docente.
“Lo fundamental de un taller es que todo lo consulten”, y que profundicen en todas las inquietudes que tengan, destacó Buldorini. En principio se dicta una parte teórica y luego los alumnos simulan mediante un trabajo práctico. “Les acerco un Powerpoint con la teoría que se vio en la clase, un material de estudio teórico y unos trabajos prácticos para que vayan realizando. Luego algunos consultan en clase y otros en la semana”, agregó. “Después vamos profundizando todos los aspectos y las inquietudes que tengan a partir del emprendimiento propio. De hecho, mi taller está planteado con un grupo de WhatsApp donde todos nos realizamos consultas”, comentó. Los alumnos trabajan con mucha libertad, realizan consultas y resuelven sus dudas sobre sus propios emprendimientos. Si bien realizan trabajos prácticos sobre los temas vistos, no son evaluativos.
José María Buldorini, responsable del Taller.
El Docente
José María Buldorini es contador público y profesor en Ciencias Jurídicas y Contables. En Buenos Aires obtuvo su primer título y luego realizó la carrera de Contador Público Nacional. “Tengo 40 años de docencia de forma ininterrumpida”, dice con orgullo, dejando a la vista su pasión por la enseñanza. Se ha desempeñado en materias como economía, administración de empresas y marketing en distintas instituciones educativas, escuelas técnicas, terciarios y universitarios. Y ha facilitado cursos en el interior de la provincia, haciendo hincapié en las Pymes y en las economías regionales.
* Silvina Llames es Licenciada en Comunicación Social.