Las raíces del movimiento cooperativista pampeano, en su clima de ideas y accionar institucional, representan un proceso tan rico como complejo. El estudio de su desarrollo histórico con éxitos y fracasos, marchas y contradicciones, vertientes e ideales, da cuenta de una corriente de pensamiento y acción profundamente enraizada en nuestra historia, e invita a su comparación con el presente del ideal solidario.
Publicada en junio de 2002
Este movimiento creció pese a la desconfianza, el individualismo o la apatía general. Para su estudio se puede dividir en varias etapas: los primeros impulsos corresponden a las décadas del 10 y 20; el surgimiento y difusión, en los 30 y 40; la organización y expansión, en los 50, y su consolidación, en los 60 y 70.
En 1907 se fundó la primera cooperativa de consumo (panadería y carnicería) en Santa Rosa, según una noticia del diario La Capital, por iniciativa del maestro Miguel de Fougeres y del empresario José Cuadrado.
Las agrarias
El primer movimiento orgánico cercano al cooperativismo fue de la Liga Agraria de La Pampa, constituida en 1912 como sindicato de chacareros, y la Sociedad de Agricultores de Guatraché. En febrero de 1913 nació la "Sociedad Cooperativa El Porvenir Agrícola Cía. Limitada" con los agraristas Luis Denegri y Eliseo Tarquini en Quemú Quemú, en Villa Mirasol, Antonio Buira en Uriburu, Eduardo Castex e Ingeniero Luiggi que alcanzó los mil asociados.
Las malas cosechas de 1914, las deudas, la falta de apoyo estatal y presiones de los intermediarios, los llevaron a la quiebra y sus dirigentes fueron juzgados y hasta encarcelados. A partir de 1920 se extendió la agremiación a la Federación Agraria Argentina que desarrolló una estrategia en la cual las cooperativas sirvieron para crear condiciones que reforzaran la posición de los chacareros dentro del sistema productivo pampeano.
En 1920 se fundaron las cooperativas federadas de Villa Alba -presidida por Julio Siste-, Alpachiri y Jacinto Aráuz. En 1921 hubo otra en Guatrache y comenzaron a expandirse en el norte. Para 1923 la más activa era la de Villa Alba: Sociedad Cooperativa Agrícola Federal. Entre 1928 y 1929 quedó definitivamente constituida “El Progreso” de Bernasconi que englobaba a los colonos de la Jewish Colonization Association.
Las vertientes
Diferentes vertientes doctrinarias e ideológicas confluyeron en el movimiento cooperativista pampeano.
Hubo una prédica constante del socialismo para formar vínculos asociativos y educar en los principios de solidaridad y un orden social más justo. En este sentido el cooperativismo tenía gran importancia estratégico-política para esa transformación social progresista. El cooperativismo impulsaría una mayor conciencia de clase bajo esa experiencia pedagógica solidaria, pero no debía ser utilizado en forma propagandística sino para solucionar las necesidades de las clases populares. Esta tradición socialista estuvo presente hasta los 40 en casi todas las cooperativas formadas.
El socialismo en Santa Rosa reconoce la movilización junto a un sector radical-liberal -con Marcos Molas a la cabeza- contra la extensión del contrato a la usina (Sudam) en 1926; la venta del pan barato en el Centro Socialista en la década del 10, la municipalización de la venta de carne y pan contra los abusos de los comerciantes, los embates contra los monopolios en los años 20 y 30 y la cooperativa de consumo "La Popular" en 1918 fundada por el PS pero integrada por vecinos de diferentes ideas políticas.
El debate ideológico se intensifica en estas décadas. Corrientes ideológicas del nacionalismo económico se oponían a las empresas extranjeras que suministraban servicios en el país y reforzaban su confianza en el cooperativismo como instrumento para recuperar áreas de servicios estratégicos. También el reformismo social de los liberales progresistas encontraban en el cooperativismo una herramienta para delimitar o corregir las deficiencias de la economía capitalista y la propiedad privada.
La década del 30
En este decenio se organizaron cooperativas de consumo, sobre todo en áreas rurales, ante la profunda crisis económica que castigaba a los sectores populares con desocupación y precios abusivos de las casas de ramos generales. En 1932 había grupos cooperativos en Winifreda y Colonia Inés y Carlota; en Anguil se formó en 1933 la Cooperativa Mixta Trabajadores Unidos impulsada por los maestros socialistas Modesto Aguilera, Cesáreo Gómez y Juan de Eurasquin que fueron gestores y organizadores y luego perseguidos.
En 1935 se constituyó la Cooperativa de Previsión y Consumo de Santa Rosa Ltda. que tuvo entre sus impulsores a Julio Nery Rubio, Juan Ferrari, Francisco Depetris, Víctor Lordi, Raúl D'Atri y Modesto Aguilera, entre otros.
El movimiento eléctrico fue el más novedoso en el país y se basó en el disconformismo reinante con las usinas privadas pertenecientes a trusts extranjeros por la calidad del servicio, el alto costo y abusos como el alquiler de los medidores. Dentro de los grupos económicos eléctricos monopólicos se contaban la Sudam, CADE, Italo, Ebasco que habían realizado un proceso de acaparamiento de las usinas del interior.
Las dos primeras cooperativas se organizaron entre 1930 y 1931 en Santa Rosa y Eduardo Castex. Las comunas socialistas concesionaron el servicio a aquellos pioneros lo que da cuenta de la participación municipal en el origen y formación de estas entidades.
En el plano agropecuario, se cuentan iniciativas como la Granjera de Jacinto Arauz en 1932. Las deudas, desalojos y quiebras de los agricultores en esa década apuraron los vínculos asociativos en el campo para contrarrestar el mal momento. Francisco Solano Vallejos, junto a otros maestros y chacareros, fundó en 1940 la Cooperativa agropecuaria "Nuestra Casa" en Arauz y en 1943 la Sociedad Cooperativa Agrícola Ganadera de Villa Alba (General San Martín).
* Norberto Asquini es periodista e historiador.
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