En Argentina se diagnostican unos 1.200 nuevos casos de cáncer infantil por año, de los cuales de 10 a 12 se registran en La Pampa. El 70% tiene cura si se dan un diagnóstico temprano, tratamientos adecuados en tiempo y forma, un buen estado nutricional y una red de apoyo socio emocional. La Asociación LUCI da la pelea en nuestra provincia.
Publicada en febrero de 2020
El cáncer infantil o cáncer pediátrico afecta a niños y jóvenes de forma distinta a los casos en adultos; estos últimos son resultados de la exposición al tabaco, dietas, sol, agentes químicos, entre otros factores, mientras que aún se desconocen las causas de la mayoría de los pediátricos. En la edad adulta abundan el cáncer de pulmón, colon, mama, próstata y páncreas, pero en niños y adolescentes son más frecuentes leucemias, tumores de sistema nervioso, de hueso, del sistema linfático y de hígado. Cada uno se comporta diferente pero todos se caracterizan por la proliferación descontrolada de células anormales.
La mayoría de casos en adultos se trata en sus comunidades de residencia; en cambio, el infantil no es tratado sino por especialistas en oncología pediátrica, generalmente de hospitales y centros de alta complejidad. En La Pampa se realizan diagnósticos presuntivos y luego se derivan a centros especializados. Es de destacar que el cáncer infantil suele tener un mejor pronóstico que en adultos, por lo cual resulta clave el acceso a un tratamiento adecuado en el tiempo indicado. Ante síntomas persistentes como dolor en huesos y abdomen, moretones, fiebre sin causas, pérdida de peso, cansancio, palidez, entre otros, hay que consultar rápidamente a pediatras.
El tratamiento obliga a grandes exigencias, donde se rearma la rutina familiar en función del hospital, horarios y cuidados que requiere el niño quien, a su vez, debe soportar procedimientos dolorosos, tomar medicaciones, hacerse estudios y ver limitada su vida infantil. Los padres deben incorporar gran cantidad de información y códigos de la institución clínica, lidiar con las obras sociales y el banco de drogas, comentar a familiares y amigos la evolución del niño, cuidar a los hermanos sanos, resolver situaciones laborales, y mantenerse como soporte de su hijo. Por eso es una experiencia altamente estresante.
¿Quiénes somos?
LUCI es una asociación sin fines de lucro nacida en 2013, luego de que la familia de Luciana Eleicegui, de 14 años, finalizara exitosamente un tratamiento de un linfoma de Hodgking. Al conocer el funcionamiento y trabajo solidario de otras instituciones, y ante la situación que los chicos de nuestra provincia son derivados a Buenos Aires, decidimos formar una asociación que fuera nexo, orientando y apoyando a las familias que atraviesan dificultades económicas, emocionales y de desarraigo. Para nosotros es muy importante la colaboración de los socios o donaciones particulares, a través de adhesiones que se pueden realizar durante todo el año con tarjeta de crédito o en efectivo. Sólo deben contactarnos por redes sociales, como Facebook e Instagram, o a nuestros teléfonos móviles 2954-476365 o 2954-606150.