Como si fuera un preludio de un año más que complejo, en la madrugada lluviosa del 1 de enero del 2023 se desmoronó la losa de un sector de atención al público de la sede central de Santa Rosa, sobre calle Raúl B. Díaz. El hecho, que generó una conmoción de toda la comunidad —desde los asociados/as, las y los trabajadores, la ciudadanía en general y, por supuesto, el Consejo de Administración y los delegados/as, demandó una veloz reorganización de los distintos sectores y espacios para ubicar puestos de trabajo, intentando siempre afectar lo menos posible la comodidad del personal y los asociados/as que diariamente asisten a las instalaciones.
Además nos esperaba, puertas afuera de la institución, un contexto social y económico crítico, con una seguidilla de elecciones provinciales y nacionales para el segundo semestre del año, agobiante. Una situación de congelamiento tarifario como consecuencia de dicho contexto, y con el descontento social que estas realidades lógicamente producen. Sumado a ello, un escenario de elecciones internas de nuestra CPE que contó con la participación, como hace mucho tiempo no ocurría, de dos listas de delegados con intenciones de conducir la institución.
En pocas palabras, la sociedad en general, pero también nuestro personal, enfrentaron situaciones de estrés y altísima complejidad. La CPE no estuvo exenta ni aislada de todo ello.
Pero, como siempre, debemos estar preparados para la coyuntura que nos atravesará en este 2024, con un nuevo Gobierno Nacional que, se sabe, no tiene como prioridad el Cooperativismo y la Economía Social. Al parecer, los valores cooperativos y la empatía por los más vulnerables son ejes que impiden y “molestan” el desarrollo del siempre abstracto “mercado”, aunque nunca se privan de encomendar a nuestras organizaciones la tarea de contención social para quienes se van cayendo del sistema, y así liberarse de esa responsabilidad. Una vez más, nuestra función en estos tiempos que se avecinan será la de sostener y contener al asociado, generando mecanismos que morigeren el impacto de la crisis.
Como CPE, y haciendo honor al mandato histórico que tenemos, asumimos el desafío y la responsabilidad de proteger a nuestros asociados y asociadas. Echando mano a los principios cooperativos que nos rigen. Trabajaremos para continuar y reforzar los vínculos humanos, la solidaridad, igualdad, respeto, esfuerzo y dedicación en colaboración mancomunada con otras organizaciones de la sociedad civil, y con la transparencia que nos identifica. Fortaleceremos la comunicación y utilizaremos los nuevos medios tratando siempre de acercar cada vez más a los asociados/as a la institución.
Nos espera un desafío en la compleja coyuntura descripta. Con seguridad daremos respuestas demostrando la capacidad de organización y de liderar transformaciones como parte del Cooperativismo. Aportaremos, como siempre, al desarrollo de nuestra comunidad, prestando servicios de calidad, con una cara humana y el sentido de responsabilidad que nos caracteriza.
Confiamos en nuestra historia y trayectoria, redoblaremos esfuerzos y daremos la lucha que sea necesaria en pos del bienestar de nuestros asociados y asociadas que son, en definitiva, la misma CPE.
por Manuel Simpson,
presidente del Consejo de Administración de la CPE.