La CPE es la mayor construcción popular del centro del país. Probablemente esta “Hija de la Ciudad” —como la definiera el escritor Walter Cazenave en un recordado relato sobre los inicios de la Cooperativa, publicado en el libro Epopeyas Pampeanas— represente en forma cabal el sentir más profundo entre aquellos pioneros de las décadas del ‘20 y el ‘30 del siglo anterior y el común de las y los asociados de este apurado siglo 21. Ese sentir tiene varias vertientes pero podemos sintetizarlo en un interrogante continuo: “¿qué necesitamos para vivir mejor y qué podemos hacer como vecinos?”.
Está claro que el protagonismo social alrededor de la CPE y su devenir, han marcado su derrotero. A los servicios de energía eléctrica, alumbrado público, telecomunicaciones, internet, televisión por cable, funeraria, enfermerías, gas envasado, gas a granel, artículos del hogar, seguros, entre otros, se suman actividades socioculturales permanentes como biblioteca, archivo, talleres de educación cooperativa y el apoyo permanente para el desarrollo de cooperativas de trabajo o escolares. La solidaridad y el compromiso con el bienestar del otro son motores ideológicos que han estructurado un movimiento cooperativo consolidado que le dan identidad a nuestra provincia.
Ese protagonismo social asume un formato político todos los años —léase bien: todos los años— cuando la CPE convoca a sus asociados para que definan con su voto directo, la integración del Cuerpo de Delegados/as a través de las Asambleas Electorales de Distritos. Santa Rosa, Toay, Ataliva Roca, Anguil, Uriburu, Lonquimay, Catriló y Mauricio Mayer nominan sus representantes en el marco de las reglas vigentes. Y este año no fue la excepción.
El pasado sábado 23 de septiembre el movimiento cooperativo tuvo su mejor expresión en la CPE. Con dos listas oficializadas, más de cuatro mil asociadas y asociados votaron y definieron el rumbo, ratificando en la conducción a la Lista Celeste. El acto se cumplió con normalidad en las distintas sedes donde se instalaron las mesas de votación. En todos los sitios, llegada la hora de cierre, se siguió votando hasta agotar la concurrencia en tiempo y forma. Sobre un total de 4.018 votos válidos, la Celeste obtuvo 2.614 en todos los distritos y Acción Cooperativa cosechó 1.404 sufragios.
La expresión del asociado/a
Esta participación y voluntad política expresada en las urnas renueva el compromiso y sin ninguna duda, legitima la conducción actual.
Al conjunto de servicios que cada día se deben garantizar en calidad y costos justos, tanto en el servicio eléctrico como en telecomunicaciones, se suman los proyectos en agenda —como el parque fotovoltaico de Ataliva Roca—, las obras en marcha —como la reconstrucción de la sede central— y el compromiso de llegar con todos los servicios a todas las interconectadas que es una bandera de esta conducción. Y que no tiene vuelta atrás.
Las inversiones millonarias en fibra óptica para avanzar en telecomunicaciones requieren de estudios técnicos y trámites administrativos que demandan tiempos, la mayoría de las veces indefinibles. Comprar al exterior e importar, cotizar y contratar se han vuelto tareas de una complejidad enormes. Y como se ha visto en los hechos, esto va más allá de Santa Rosa: Toay, Catriló y Anguil ya se han sumado a la red Cooperativa de Telecomunicaciones. En la ciudad capital se ha dado inicio a una nueva etapa de extensión de la red de fibra, de lo cual ya veremos resultados.
Los vínculos institucionales son muchos y la pretensión es continuar ampliándolos. El Estado provincial, los municipios, la Universidad Nacional de La Pampa, cooperativas hermanas, gremios, comisiones vecinales, centros de jubilados, las escuelas, los merenderos, los clubes, entre muchas instituciones más, dan fe de la actitud permanente de tender puentes desde la CPE.
En el contexto de un año 2023 muy complejo, la CPE sigue su marcha. Pasaron las elecciones y los resultados se deben asumir con responsabilidad y compromiso. Las y los asociados pusieron las cosas en su lugar. La historia de la CPE nos marca el rumbo. Nos encaminamos a un centenario que nos debe encontrar unidos y orgullosos de nuestra institución, las asociadas y asociados lo saben, lo desean. Una vez más han vuelto a confiar en su conducción y todos debemos hacernos cargo.