Desde 1990, la tasa de crecimiento de la compra de energía ha sido positiva en 28 de los 34 años transcurridos. Esto significa que la cooperativa ha comprado más energía un año que el anterior en la mayoría de los períodos, excepto en seis: los ejercicios anuales 2001/2002; 2017/2018; 2018/2019; 2019/2020; 2020/2021 y 2023/2024.
El libro del Ejercicio Económico y Social de la CPE, que en octubre será puesto a consideración de la Asamblea Ordinaria de delegados, registra este año una caída del 3,3 por ciento en la compra de energía.
El dato es importante porque la cantidad de energía que la CPE le compra durante 12 meses a la Administración Provincial de Energía (APE), es reflejo inmediato del nivel de consumo, es decir de la demanda de electricidad en la zona abastecida por la cooperativa y, por lo tanto, un síntoma fiel de la actividad general.
La población crece año a año y sería lógico esperar un mayor consumo, pero en realidad el uso de la energía eléctrica está mucho más determinado por la economía familiar y las actividades comerciales e industriales que por la cantidad de habitantes.
La caída en la cantidad de kilowatts hora (kWh) comprados por la CPE entre el 1º de julio de 2023 y el 30 de junio de 2024 —así es el periodo fiscal de la CPE y a esa periodicidad se refiere este artículo cuando se habla de “año”— contrasta con el crecimiento promedio del 4,7 anual registrado durante 12 años consecutivos, luego de la crisis del 2001 y hasta 2015.
Desde 1990, hace 34 años, la tasa de crecimiento de la compra de energía ha sido positiva. Cada año, la cooperativa ha comprado a la APE más energía que el año anterior en la mayoría de los períodos, excepto en seis: los ejercicios anuales cerrados en 2002, 2018, 2019, 2020, 2021 y 2024.
Como se observa en el gráfico, en los seis registros negativos mencionados claramente se distinguen dos, por la profundidad de la caída: el período 2018/2019, con una merma récord de casi el 8 por ciento con respecto al año anterior, y el que finalizó en junio de este año, el período 2023/2024, con una disminución en la compra de energía del 3,3 por ciento.
Solo los primeros cuatro meses del actual Ejercicio —julio, agosto, septiembre y octubre de 2023— fueron, en cuanto a la compra de energía, similares a igual cuatrimestre el año anterior. A partir de noviembre, la caída en la demanda fue constante hasta el cierre del Ejercicio, en junio de 2024.
Sigue bajando
Transcurrido el período, la caída continuó en el primer trimestre del nuevo Ejercicio, iniciado este 1º de julio. Al cierre de esta nota se agregan los datos obtenidos en septiembre: la energía anual adquirida en el período octubre 2023-septiembre 2024 muestra una reducción del 3,9 %, superando la reducción del 3,8 % de los doce meses iniciados en abril de 2020, momento en que sobrevino la pandemia del Covid-19.