La historia de CADEGAS -Cooperativa Argentina de Gas- está basada en la necesidad social, tal cual lo ha marcado el camino recorrido por el conjunto del movimiento cooperativo. Una y otra vez, los desafíos de la actualidad nos imponen rememorar las circunstancias de nuestro nacimiento, para darnos cuenta de la obligación de mantener la prestación del servicio de gas licuado a través de las empresas sociales cooperativas.
Publicada en julio de 2000
La vieja "Gas del Estado" fue en todo momento precursora de la alternativa de tercerizar el fraccionado y distribución del gas licuado de petróleo. Hace ya unos veinte años la FACE (Federación de Cooperativas Eléctricas) advirtió que en las entidades asociadas existía un generalizado reclamo de llevar a la gente un servicio de fraccionado de cilindros y luego garrafas. Es así que la Federación organizó el departamento de Gas abocándose a estudiar proyectos para montar plantas fraccionadoras y distribuidoras de gas.
En los inicios de nuestra historia son las cooperativas eléctricas las primeras en dar el paso de competir como empresas en el mercado del gas licuado de petróleo. Varias entidades en forma individual mostraron desde su origen ser una válida herramienta social. Podríamos afirmar, incluso, que acertaron en cumplir un rol "testigo" zonal y regionalmente. El correr de los tiempos trajo importantes definiciones; en algunas provincias se tomó una decisión política de honda significación: aportar capitales de distintas cooperativas para gestar una "cooperativa de cooperativas"; es decir una integración con filosofía pura de cooperativismo.
El mismo proceso motivó la incorporación a CADEGAS de cooperativas telefónicas, nucleamientos sociales y vecinales y que -al igual que las de electricidad- diversificaron su propuesta institucional.
Esencia
¿Cuál es la esencia del surgimiento de CADEGAS? Ya en el año 1989 se vislumbraba un proceso de concentración de capitales y de proyección de los capitales transnacionales en nuestro país. "Gas del Estado", que proveía normalmente la materia prima a las empresas, decide una política de cuotificación en la entrega del producto.
Surgen resoluciones y decretos que obligan a las cooperativas a nuclearse para resumir una propuesta común y defenderse de decisiones políticas que afectaban sus intereses. Durante l995 maduró la necesidad política y se tomó la resolución de fundar CADEGAS para contener en su propuesta las distintas reivindicaciones de cada asociada.
A la par de esta realidad tomamos contacto con pequeñas y medianas empresas (PyMEs) del gas licuado. La complejidad del mercado en el que nos movemos, provocó una experiencia oscilante pero que, en síntesis, ha dejado un saldo positivo. CADEGAS integra en la actualidad una agrupación de empresas fraccionadoras de este combustible.
Hoy se encuentra abocada a defender un proyecto de ley con estado parlamentario donde, entre otros aspectos sobresalientes, planteamos la importancia de desarticular un oligopolio vertical existente en nuestro país y su reemplazo por una estructura horizontal: el que produce no fracciona ni distribuye. Y como usuarios organizados en empresas sociales creemos que el envase es un bien fungible. No negamos la inversión de capital. Precisamente con nuestra propuesta representamos múltiples historias regionales que pasan por la inversión de capital.
* Antonio Skara, consejero de la CPE y presidente de Cadegas.
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