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ESFUERZOS DEL ESTADO PARA DESARROLLAR LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DE LA PROVINCIA

En el transcurso de la década del treinta, en un contexto signado por la extrema sequía, un profundo proceso erosivo y el despoblamiento de las zonas rurales del entonces Territorio Nacional de La Pampa, los gobernadores locales impulsaron, sin éxito por cierto, la creación de instituciones que atendieran estas problemáticas. Recién dos décadas más tarde pudo materializarse ese viejo anhelo con la inauguración de la Escuela de Agricultura y Ganadería de Victorica.

Publicada en junio de 2014

Si bien desde los albores del siglo XX la aptitud de las tierras pampeanas para el cultivo en secano había sido un tema de debate en el que opinaban entusiastas y agoreros, la crisis agroclimática colocó definitivamente en tela de juicio la capacidad productiva del suelo, al menos en algunas zonas. Sin embargo, y pese a que desde la década del diez la agricultura se había convertido en la actividad económica más importante, a diferencia de lo que ocurría en otras regiones cerealeras, el Territorio no contaba con una escuela de agricultura que formara recursos humanos preparados para esta realidad.

La explotación desmedida del bosque nativo, el monocultivo triguero y la utilización de prácticas deficientes en el manejo del suelo contribuyeron al desequilibrio ecológico. A esto se añadían la irregularidad pluviométrica, la sequía, la invasión de langostas y la caída de ceniza. El corolario de esto fue el reiterado fracaso de las cosechas y la reducción de la superficie cultivada con cereales: a mediados de los años veinte se producían 775.460 toneladas de trigo, cifra que descendió a 113.744 toneladas una década después.

El interés de las autoridades por esta problemática no se agotó con la crisis, puesto que se mantuvo como una cuestión de agenda durante la década del cuarenta, pero los resultados concretos se dieron recién luego de la provincialización del Territorio. En este sentido, la creación de la Escuela de Agricultura y Ganadería de Victorica en 1952 se constituye en una marca indeleble. Se trataba de la primera institución de este tipo en la nueva provincia (denominada Eva Perón hasta el golpe militar de 1955), y su orientación ganadera y forestal daba cuenta, al mismo tiempo, de los cambios productivos que ocurrieron en la región y de la importancia que había adquirido para ese entonces la preservación del caldenar, uno de los objetivos centrales que se había propuesto la institución.

201406 2 Escuela de Agricultura de Victorica una pionera del siglo XX

Viaje de alumnos a la exposición rural de Palermo, una de las actividades de la Escuela.

Los inicios

El ministro de Obras Públicas de la Nación, Juan Pistarini (nacido en Victorica), tuvo un rol importante en la creación de la Escuela, que había surgido del interés que un grupo de personas de la localidad le había expresado. Con unas 1963 hectáreas ubicadas en el histórico lote 12 (sección VIII, fracción A) donde se encontraba Leuvucó, la escuela abrió la inscripción en febrero de 1952 e inauguró su ciclo lectivo el 19 de abril con la presencia del mismo Pistarini y del ministro de Agricultura y Ganadería Carlos A. Emery. Su primer director fue Juan Carlos Lassalle. Las crónicas de la época dan cuenta de que el establecimiento contaba con pabellones para escuela, dormitorios, industrialización, vaquerías talleres y usina, tanque de agua, equipos de bombeo y viviendas para el personal superior y obreros.

Los cursos comenzaron con 30 alumnos, de los cuales 10 provenían de zonas rurales y 20 de áreas urbanas, quienes rotaban en las diferentes secciones: ganadería, parque y huerta, agrícola-forestal y talleres. De este modo, los alumnos intervenían en la totalidad de las actividades realizadas en la escuela, complementando la enseñanza teórica impartida en las aulas con la práctica en el campo. Los egresados recibían el titulo de Práctico Rural.

Durante los primeros años se construyó un aserradero para explotar de manera racional la madera del monte, se sembraron experimentalmente colecciones de forrajeras y de sorgos graníferos obtenidas en las estaciones experimentales de General Pico, Castelar y Guatraché, se realizaron trabajos con bovinos obtenidos en las Escuelas de Casilda y Bell Ville y con un plantel de ovinos Corriedale enviado desde la Escuela Ramón Santamarina de Tandil.

201406 3 Escuela de Agricultura de Victorica una pionera del siglo XX

La infraestructura de la escuela comprendía la casa del director.

Estas acciones se vinculaban, por un lado, con la necesidad de implantar en la zona especies forrajeras para aumentar la receptividad ganadera de los campos, y por otro, con la prioridad de mejorar la producción ovina a fin de obtener reproductores de calidad para venderlos en la región. Para alcanzar esto último, y como complemento de la formación de los alumnos, se organizaron visitas a establecimientos ganaderos cercanos y se participó en exposiciones provinciales. Otra actividad usual era la asistencia a las estaciones experimentales de General Pico y Anguil. Pero además, muchas veces era la propia Escuela la que recibía la visita de los expertos del Ministerio, ya sea del ámbito nacional o provincial, y organizaba en ese contexto actividades de extensión.

En 1954 obtuvieron su título los primeros 14 egresados. Al acto asistió el gobernador pampeano Salvador Ananía, quien prometió tener en cuenta a los egresados de la Escuela para integrar el personal de la Subsecretaría de Asuntos Agrarios. Su director general de Educación, Rodríguez Kessy, anunció que se le otorgaría una beca al egresado de mayor promedio a fin de que pudiera continuar sus estudios en otro establecimiento.

Todo esto denota el interés de las autoridades locales por impulsar la formación de técnicos, lo que, a su vez, se vio favorecido con el desarrollo del complejo institucional de experimentación y enseñanza agrícola en los años cincuenta, y cuyo rol en las décadas siguientes resultaría esencial al momento de explicar la producción y difusión de conocimiento y tecnología agropecuaria en La Pampa. De esta manera, al promediar el siglo XX se comenzaba a concretar aquello que tan insistentemente reclamaron los gobernadores territorianos en los decenios anteriores.

Años difíciles

Claro que ello no sucedió sin perturbaciones. En 1955, cuando la Revolución Libertadora dio por tierra con el segundo gobierno de Juan Domingo Perón, a la Escuela de Victorica se la asoció con el peronismo, y por ende se especulaba que podía llegar a ser un peligroso foco de contrarrevolución. Por ese motivo, según recordaba Lassalle, se aceleró la culminación de los cursos y se licenció a los alumnos antes de la llegada del interventor. Este último colocó guardia policial en la institución y exigió la permanencia en los puestos, hasta que se comprobó finalmente la ausencia de maniobras subversivas. En este contexto se cerraba el cuarto año de labor educativa en un establecimiento que sufriría la pérdida de parte del cuerpo docente entre otras modificaciones.

Culminaban así los años iniciales de la primera escuela de este tipo en la provincia, institución que tuvo una orientación acorde al escenario económico de un período en el que la agricultura había dejado paso a la ganadería y la explotación racional del monte se imponía ante las evidencias del desastre que podía provocar el hombre a partir del inadecuado empleo de ese recurso. 

*Federico Martocci es Licenciado en Historia, Magíster en Estudios Sociales y Culturales.
Instituto de Estudios Socio-históricos. UNLPam