Desde el siglo XVI, cuando tuvieron que huir de Suiza perseguidos por su diferente concepción del cristianismo, viven dispersos en el mundo, sin más lujo que una fe inquebrantable que los lleva a conservar sus costumbres más allá de los siglos.
Publicada en julio de 2002
Estas imágenes fueron tomadas en la colonia “Nueva Esperanza”, unas 10 mil hectáreas que los alberga en las cercanías de Guatraché.
Son niños, muchos de ellos ya trabajadores en las tareas rurales más sencillas; otros, jugando con elementos que constituyen más bien un aprendizaje de la labor que el grupo les reserva.
Convencidos de las bondades que el camino elegido les depara, viven sumergidos en el siglo que los vio nacer, pero colmados de respeto, paz y solidaridad.
