Uxmal remite al misterio y el asombro. Y es literatura de nuestro gran Bustriazo Ortiz, que no escapó a su influjo y transformó en vibrante poema un pequeño gran obsequio de la amistad. Sergio De Matteo lo rescata y lo contextualiza, dentro de un antiguo y reconocido lazo que nos une como países y como cultura.
Publicada en marzo de 2020
México forma parte de una trama en las relaciones políticas y culturales con Argentina. Se pueden señalar muchos ejemplos. Elegimos unos pocos: el asilo durante tres años del ex presidente Héctor Cámpora en la embajada mexicana en Buenos Aires, hasta la autorización de la última dictadura cívico-militar-eclesiástica que le permitió exiliarse en noviembre de 1979, para fallecer trece meses después en Cuernavaca; la creación de organismos exiliares como CAS (Comisión Argentina de Solidaridad) o COSPA (Comité de Solidaridad con el Pueblo Argentino); y la fundación de la revista Controversia (1979-1981), dirigida por Jorge Tula y un consejo de redacción que integraron José Aricó, Nicolás Casullo, Juan Carlos Portantiero, Héctor Schmucler y Oscar Terán, entre otros.
Pablo Yankelevich, doctor en Estudios Latinoamericanos de la UNAM, con varios libros sobre la emigración argentina a México, destaca que ya en 1974 se da asilo a intelectuales, militantes y artistas. Estima que unos cinco mil exiliados/as residieron en México a partir de la persecución de la Triple A y de la propia dictadura.
No faltaron pampeanos que recalaron en el país azteca, como el escritor, periodista y pedagogo Juan Ricardo Nervi, que “dejó una fuerte herencia en la Universidad Pedagógica Nacional”, según Juan Carlos Tedesco; Inés Fons, docente, pedagoga y esposa del autor de Tristán y la Calandria, que fallece en un siniestro automovilístico en México; y el cantautor Délfor Sombra. Juan Carlos Bustriazo Ortiz, desde la Cárcel de Encausados de Santa Rosa en 1977, cuando arreciaba el Proceso de Reorganización Nacional, escribía su “Vigésima Quinta Palabra”: “a sombra délfor ariel/ “que está entre los mexicanos […] “adiós aparcero délfor/ “doblado y mustio lo dejo/ “allá en su tenochtitlán/ “en su tan dorado méxico” (Libro del Ghenpín, Cámara de Diputados LP, 2004).
Uxmal
Esta antigua ciudad maya, que data del año 300 a.C., está ubicada en la península de Yucatán. Su nombre deriva de Oxmal (tres veces edificada) y hace referencia a las veces que tuvo que reedificarse. Aunque hay otras hipótesis. Jorge Luis Borges dejó retratado al país del dios Quetzalcoatl en la antología de cuentos, poemas y ensayos (Borges y México, de Miguel Capistrán), y estuvo allí en tres ocasiones: 1973 (Premio Alfonso Reyes), 1978 (audición con Octavio Paz) y 1981 (Premio Ollin Yoliztli). En esos viajes conoció Chichen Itzá y Uxmal.
Uxmal es citada en un agradecimiento a la Sociedad Argentina de Escritores por el Premio de Honor que la institución le otorga por Ficciones. Dice Borges: “Nuestra propia niñez es indescifrable como Persépolis o Uxmal”. El sitio arqueológico también persiste en tres textos de su último libro publicado, Los conjurados (Alianza, 1985): en los poemas “Elegía de un parque” y “La suma”, y en la prosa breve “Alguien sueña”.
Bustriazo Ortiz admiró diversas culturas, como la egipcia y la mexicana. En el poema “4” del libro Unca Bermeja (UNLPam, 1984) rememora esa ascendencia: “eran mayas eran aztecas/ eran quichés de estuco y lágrima?/ eran teocallis bermellones”. De la misma época data su obra inédita Caja Amarilla (1973-1974), que se ha publicado parcialmente en antologías y consta de 33 poemas ordenados con números romanos. El texto “XXVI” está dedicado a Uxmal.
la piedra de uxmal
ahora que estás indefensa sobre esta tabla amarilla piedra de uxmal
ahora que estás poniéndote bermeja (myriam contaba que a las muchachas
vírgenes antes de arrojarlas al cenote en sacrificio ritual les daban a
beber jugos de hierbas mágicas que les pagaban todo terror y era entonces
que las desnudaban y les pintaban de azul los cuerpos palpitantes
y preciosos y los enjoyaban hasta el delirio hasta el gozoso rogamiento)
ahora que estás conmigo piedra de uxmal pequeña piedra de uxmal piedra
de piel bayita de uxmal myriam te recogió al pie de la pirámide hija de
la piedra de la pirámide nieta de la piedra de la pirámide bisnieta de
la piedra de la pirámide tataranieta de la piedra de la pirámide chozna
de la piedra de la pirámide tal vez desprendimiento solar o parición
lunar a lo mejor labrada acariciada de la piedra de la pirámide ahora
que estás temblando de eternidad ahora que estás prisionera en mi mano
pensando en el quetzal tráeme las leyendas los collares de conchas los
jades las obsidianas las turquesas las estelas regocijadas en el misterio
tráeme el riñón del popol vuh las entrañas del chilam balam los espectros
tristísimos y arrepentidos de bernardino de sahagún de fray francisco
ximénez cuéntame las historias de tus pueblos violados el olor sin
descanso de tu soledad carmesí piedra de uxmal piedra que me trajo myriam
recogida venerantemente bajo la pollera silenciosa de la pirámide
déjame tu descuajado amor ámame salada piedra de uxmal bésame contrita
piedra de uxmal que me trajo myriam para que yo te robe conmovido y astral
como si te arrancara la última bermejez una doncella maya una virgen
quiché para que caiga de topacio sonrientemente umbría resplandecientemente
en mi corazón
piedra de uxmal
piedra de uxmal
piedra de uxmal
piedra de uxmal!
(temple, 12 y 13.)