El nacimiento de la CPE en 1930 fue el emergente de una serie de factores, algunos de ellos a escala nacional y mundial y otros a nivel local, definiendo un escenario donde se fusionaron historias colectivas y personales.
Publicada en octubre de 2005
¿Cómo resistir la crisis?
La crisis del sistema capitalista mundial de 1929/30 se reflejó agudamente en la Argentina. En La Pampa se vivió con una particular gravedad dada su subordinación total a las actividades agropecuarias, la concentración de la propiedad de la tierra desde su génesis como Territorio Nacional y la ausencia de ayuda económica del gobierno central, derivada de esa misma marginalidad. Para mal de males, en este escenario se posó la gran sequía de los años 30 con su secuela de éxodo poblacional.
En estas condiciones, vía aumento de los arrendamientos, de los fletes y de las tarifas, los grandes propietarios y las grandes empresas descargaron el peso de la crisis en los sectores más débiles del sistema productivo. Una forma de resistir esas presiones fue la movilización de colonos en el campo y las asambleas de vecinos en los centros urbanos, preocupados en resolver la relación entre altas tarifas y usinas en manos ajenas.
Cooperativizar, una respuesta zonal
La aparición de la CPE no fue una respuesta exclusiva de Santa Rosa. Al contrario, debe ubicarse en un contexto zonal donde reacciones similares crearon una especie de movimiento. Por ejemplo, se tienen registros de que desde 1927 en Realicó se había activado una campaña contra el "usurerismo" de los “dueños de la usina". Además, pocos días después de la reunión vecinal de 1930 que dio lugar al nacimiento de la CPE, usuarios de Darregueira hicieron un boicot contra la Compañía Sudamericana S.A., la misma empresa prestataria del servicio en Santa Rosa. No podemos olvidar que en Olavarría, un municipio socialista había brindado la concesión a una cooperativa en 1931, también desplazando a la Sudam y experiencias afines se habían producido en Tres Arroyos y Trenque Lauquen.
Como nosotros, miraron hacia atrás
La propuesta de que la cooperativa era el instrumento ideal para encarar la lucha tuvo también manifestaciones regionales, pero en este aspecto fueron más determinantes los antecedentes locales. Es decir que los fundadores, como nosotros ahora, miraron hacia atrás. ¿Y qué vieron?
Santa Rosa mostraba algunas experiencias cooperativas desde 1907. En ese año se fundó la primera cooperativa de consumo, impulsada por Miguel de Fougères y José Cuadrado, relacionados con el socialismo. Con ese mismo trazo ideológico, once años después se constituyó La Popular, otra cooperativa de consumo dirigida por Hugo Nale y Domingo Gentili, entre otros que luego intervendrían en la construcción de la CPE. Fuera del ámbito ciudadano, un cooperativismo agrario arrojaba luces discontinuas desde 1912, paralelo a la suerte de las Ligas Agrarias de La Pampa.
En tanto, los principios de la Rochdale, la doctrina cooperativa, tuvieron su espacio de difusión, aunque nuestros registros apunten sólo dos muestras: una conferencia en el Centro Socialista en 1916 y la disertación que brindó el dirigente radical Mariano Pascual en 1923, ambas uniendo los conceptos de cooperativismo y mutualismo.
Ideologías en pugna
Si mirar hacia atrás brindó enseñanzas a los fundadores, mirar su presente no les habrá resultado muy alentador si tenemos en cuenta que había empezado la "Década Infame". El clima ideológico de la época fuedevastador a través del avance de un nacionalismo restaurador, con su secuela de represión a todo rasgo de laicismo, progresismo cultural o prensa independiente.
El triunfo sobre la Sudam y sus aliados (gobernación, diario La Capital, Standard Oil, Agencia Ford, etc) llegó a medida que la línea confrontadora e intrasigente fue ganando la "batalla de las ideas" en el seno mismo de la CPE, en cuyo consejo inicial se observa una gran heterogeneidad de posturas acerca del qué hacer. Pese a todo, esta compleja trama de variables, la gesta que la CPE y los vecinos fueron construyendo redundó en una autoestima colectivaque se manifestó, además, en un inédito movimiento de artistas y buscadores de historias, conscientes de que proteger la identidad cultural es también una forma de resistir. Toda esta subjetividad condujo a que en la decisiva jornada del 1º de octubre de 1935, los santarroseños, en vez de pálidos filamentos, veandestellos de luz popular iluminando la victoria.
Marcos Molas: se puede
Nos queda el componente individual de nuestra historia y optamos por centrarlo en la figura de Marcos Molas. Abogado, director del mítico diario La Autonomía y sobre todo "provincialista puro", como solía definirse, Molas se volcó decididamente en 1930 a la formación de la CPE. En 1940, dos años antes de morir, en una nota a Pedro Fernández Acevedo relacionó las jornadas de mayo de 1810 con el concepto de "autodeterminación" y éste a su vez con el nacimiento de la CPE, "empresa de capacidad, de libertad y de independencia de pueblo, antes que organismo puramente económico", afirmó con claridad. Quizás el mayor aporte de Molas fue suconfianza en vencer y en desarraigar la idea de que sólo el gran capital -y no una organización popular- puede explotar un servicio técnicamente complejo. A tres meses del épico 1º de octubre de 1935 estaba convencido de que "nada podrán los dólares del trust yanquee contra la inquebrantable resolución del pueblo de Santa Rosa, que ya lo tenemos arremangado en plena calle dispuesto a jugarse entero y sin reservas...". Y esa era la cuestión.
*Jorge Etchenique. Sociólogo, profesor e historiador. Falleció en diciembre de 2013