Raquel Rojas Peña es docente y responsable del Taller de Dibujo y Pintura de la CPE, pero esencialmente es artista: un estilo de vida para pensar, decir y hacer. Este año protagonizó una hermosa experiencia junto a unos cincuenta colegas de varios países que pintaron un mural que dividía, para transformarlo en un nuevo símbolo de la interculturalidad de los pueblos.
Publicada en diciembre de 2019
En 2014 la Entidad Binacional Yacyretá construyó sobre la costanera sur de Posadas, frontera entre la capital misionera y la ciudad paraguaya de Encarnación que está en frente, un extenso muro de hormigón que cosechó cuestionamientos. Por estos días, el cemento se transformó en un mural alegórico de la unidad de la región, gracias a la iniciativa de la propia Yacyretá que convocó al Movimiento Internacional de Muralismo “Ítalo Grassi”, que a su vez invitó a artistas argentinos, paraguayos, peruanos y bolivianos. Por La Pampa, junto a Raquel, participaron Ariel Sejas y Juan Manuel Giménez.
¿Cuál era el desafío? Coordinados por Raúl Orozco, los muralistas debían exponer las costumbres y tradiciones compartidas por las comunidades, incluyendo la fauna y la flora de la región, como motivos inspiradores. Desde esa base cada muralista eligió qué tema desarrollar y lo llevó al boceto. En la práctica, fueron cinco grupos de seis muralistas cada uno, con un coordinador que se encargaba de fusionar los bocetos.
Raquel destacó la respuesta de la gente. “Fue una sorpresa. Empezamos un domingo y a la semana quienes iban al predio a pasear o hacer ejercicios encontraban un montón de muralistas y el paredón ya intervenido; se tomaban el tiempo para observar y preguntar de qué se trataba la actividad. Tomaban fotos, nos felicitaban, fue muy lindo”.
“No podía creer cuando me convocaron, obviamente dije que sí. Fueron cuatro meses para ordenar ideas, bocetar y pensar en los 31 metros de largo por 3,5 de alto que tenía que pintar entre el 5 y el 20 de octubre. Lo fui calculando por las horas que debía dedicarle al muro por día, en fin… Respecto del grupo de compañeros fue una hermosa experiencia compartir todos esos días. Fue una satisfacción personal inmensa”. Raquel agradeció la mano ayudante de Humberto Díaz, un artista plástico de Oberá: “también gracias a eso terminé el mural mucho antes de la fecha tope”.
Un mural es una obra pública para todo el mundo y más aún para los habitantes locales que lo verán cada día. La intervención artística relata los lazos culturales e históricos de Argentina y Paraguay desde los guaraníes y los jesuitas hasta la actualidad, la yerba mate, el esfuerzo gigante de los tareferos (trabajadores que cargan la yerba mate a sus espaldas) y la imagen de músicos como Ramón Ayala, el Chango Spasiuk, entre otros elementos.