El ejercicio económico y social correspondiente a 1951 tuvo una característica distintiva: la población crecía y la incorporación de nuevos asociados (más de 400 entre Santa Rosa y Toay) a la CPE producía el lógico aumento en la demanda de energía. Lejos de retroceder, la adversidad renovaba los desafíos para la entidad y fueron diversas las medidas para incorporar un nuevo generador, más medidores de energía y obviamente el tendido de líneas de conexión.
Publicada en octubre de 2001
Desde el Consejo de Administración se realizaron gestiones ante el gobierno para la instalación del séptimo grupo electrógeno de 1.080 caballos de fuerza. Según las actas “se encuentra armado y en condiciones de embarque” el adquirido a la firma Workspoor de Amsterdam, Holanda. Sin embargo, no se lograban conseguir las divisas necesarias para realizar la importación.
Dos incorporaciones sobresalen entre los nuevos asociados: LRA 3 Radio del Estado y el entonces Partido Peronista. En Toay se registra un incremento en el consumo del 120 por ciento en comparación con el ejercicio anterior.
El aumento del 17,6 por ciento del consumo de energía, índice muy superior a los considerados técnicamente normales, corría paralelo a una pérdida del 10,7 por ciento, cifra aceptable pero superior a años anteriores. La razón singular es el mayor número de usuarios sin medidor. Ese año solamente se pudieron adquirir 120 contadores de origen francés por intermedio de FACE, una cantidad muy inferior a la necesaria. Al cierre del ejercicio se registraban 297 asociados sin medidores. En septiembre se obtiene el permiso para importar algunos de Suecia.
La grave situación obligó a medidas drásticas: en marzo se suspendieron las conexiones para calefacción, cocinas eléctricas, calefones, etc. Medidas similares se adoptaban en Capital Federal a través del ministerio de Industria y Comercio.
La CPE inició la explotación de la cámara frigorífica con la comercialización de 1.200 cajones de manzanas compradas en Punta Real de Allen (en Río Negro) por 18.600 pesos m/n. También se cedió en préstamo la parte posterior del terreno de la Usina a la empresa COAR para utilizarla temporalmente como depósito de materiales a ser utilizados en la pavimentación de la ciudad.
Se aprobó el llamado a concurso de precios para la ampliación del edificio de la Usina que contendría al nuevo grupo electrógeno. El ingeniero Héctor Torroba elaboró el anteproyecto con una condición: sólo aceptó como retribución el reembolso de los gastos. La firma D’Adam, Montonatti y Cía. ejecutó la obra.
Paralelamente se inició la construcción de una nueva torre de enfriamiento de agua con mayor capacidad que la existente.
La Cooperativa de Rojas (Buenos Aires) facilitó en préstamo un transformador. Al recibirse los transformadores adquiridos en Bélgica se levantaron parte de las restricciones en una gran zona de la ciudad.