Cuando la voz sonó al otro lado del teléfono, 70 años de historia se estamparon ante una multitud en un apellido que conectó los orígenes con un presente en el que se siembran las semillas del futuro de la CPE. Alfonso Corona Martínez, el hijo de uno de los protagonistas de aquella gesta fundacional, desde Buenos Aires, aguardaba un llamado desde la tierra en que su padre, siete décadas antes, había bregado por un emprendimiento solidario que transformaría la realidad de la ciudad, para marcar un nuevo hito en la historia de la cooperativa y de Santa Rosa: la inauguración del servicio de telefonía CPEtel.
Publicada en agosto de 2002
Un silencio que anudaba los estómagos del casi medio millar de personas que se apretujaban en la carpa en el patio de la CPE, y que tensaba el aire mientras el presidente del Consejo de Administración de la entidad, Oscar Nocetti, discaba los números del teléfono del hijo de Corona Martínez, estalló en un aplauso eufórico y emocionado cuando se alcanzó a escuchar el "hola" que confirmaba, al fin, que lo que se había prometido ya era un hecho concreto: un nacimiento. Antes y después de aquel instante fueron parte de dos historias diferentes pero hermanadas en la memoria y en la voluntad de enfrentar la realidad desafiándola antes que sometiéndose a ella.
Desde temprano la carpa que se había armado para la ocasión comenzó a llenarse con los representantes de cooperativas y federaciones de todo el país, de entidades intermedias de la ciudad, autoridades nacionales y provinciales, empleados de la CPE y una multitud de socios que quisieron asistir a lo que todos entendían como la refundación de la cooperativa y el comienzo de una nueva etapa en el desarrollo de la ciudad y la región.
Los discursos del presidente de FECOTEL y COOPERAR, Juan Carlos Fissore, del gerente general de la CPE, Ariel Martínez, y del presidente del Consejo de Administración de la entidad, Oscar Nocetti, fueron coincidentes en ese sentido: en el significado social y económico del nuevo servicio; en la importancia de demostrar que es posible que los servicios fundamentales para la sociedad estén en nuestras manos y la capacidad de gestionarlas eficientemente; en el valor de emprender un proyecto de la magnitud del que se inauguraba en tiempos en que la crisis augura más escollos que facilidades en el camino.
Quienes no pudieron venir tampoco estuvieron ausentes, las salutaciones desde todo el país llegaban saludando a la cooperativa y comprometiendo su apoyo para el éxito del servicio telefónico CPEtel.
Oscar Nocetti
“Venimos de aquel legado que nos dejaron 28 indigentes, ganapanes, trabajadores analfabetos, especialistas en esquivar miserias y sin embargo artífices de la historia profana más universal jamás contada, los 28 trabajadores de la hilandería de Rochdale. Diseñaron una hermandad solidaria que convertía a sus pobrezas individuales en una fraternidad económica. Se convirtieron en hombres y mujeres que dignificaron sus vidas mancomunando el trabajo y los recursos. Desarrapados, sí, pero con convicciones".
"El cooperativismo es una doctrina que no exige iluminados, exige fe en el trabajo y en la mancomunión. Ponemos nuestras pobrezas individuales al servicio de una idea de integración económica que nos una y nos lleve más lejos de donde estamos".
"Esta empresa telefónica que hoy ponemos en funcionamiento es para competir en un plano de igualdad con aquellos que siempre se resistieron a competir en un plano de igualdad".
"A nuestros socios les podemos asegurar que lo que hoy ponemos en marcha costó dos millones de dólares, la inauguramos sin deber un sólo peso ni deber un préstamo. No hemos pedido plata, no hemos solicitado empréstitos, no hemos recurrido a inversores, es nuestra, no debemos nada".
Ariel Martínez
“Esta inauguración del servicio telefónico pone en evidencia que los argentinos somos capaces de prestarnos nuestros propios servicios".
"Venimos de plenas dificultades, las cooperativas eléctricas hemos tenido que competir en condiciones desfavorables, sin acceso al crédito, con mercados pequeños, con grandes empresas multinacionales; era necesario incorporar nuevos servicios para mantener la estructura, fuentes de trabajo y para volcar en la comunidad el dinero que aporta la gente".
"Esto representa un cambio de cultura en el país, la de que no podemos competir".
"Cuando vino la ola privatista, con la cual rápidamente se compró la cultura del no podemos, las cooperativas nos presentamos a las licitaciones y encontramos tres elementos que llamaban la atención: teníamos que pagar las redes que ya habíamos pagado; las cooperativas no podíamos presentarnos porque no fuimos tenidas en cuenta, y para operar una red se debía hacer una sociedad con operadores extranjeros, porque iban a garantizar una buena operación".
"Era como decirnos que los argentinos no somos capaces y esa cultura es la que queremos revertir con este acto, diciendo que somos capaces, que podemos incorporar tecnología de punta, diseñaría y administrarla".
Juan Carlos Fissore
"¿Por qué el cooperativismo hoy no es parte de la identidad nacional, por qué no es parte de las estructuras que la sociedad nos reclama? Ya hicimos los deberes, tanto que nos animamos desde este emprendimiento a competir en el momento más crítico y difícil de la historia argentina ¿Y quiénes son esos capaces? Cooperativistas, dirigentes cooperativistas".
"Se necesitan valores que aquí están puestos de manifiesto: ética, moral, decencia, honestidad y por sobre todas las cosas una gran dosis de solidaridad".
"En estas condiciones trabajó esta cooperativa, con valores que no se ven en otros ámbitos de la conducción del país, porque, si así hubiera sido, no tendríamos que estar lamentando la crisis que vivimos y el tremendo flagelo de la desocupación que cada día nos acosa más".
"Tristemente, las comunicaciones no están en manos argentinas, este es el ejemplo del desafío. Somos la herramienta de independencia, autonomía que es parte de la identidad nacional, de la soberanía que reclamamos".
"Queremos llevar a través de los cables todos los medios de comunicación que legítimamente nos corresponde prestar, y estos comprenden la radiodifusión y la televisión. No puede ser que todavía le estemos golpeando las puertas a la democracia para que se nos reconozcan nuestros legítimos derechos".