Crónicas del fuego es una investigación periodística pampeana. Un libro que habla sobre los tiempos más agitados y conflictivos del pasado reciente de la provincia: los años ‘70; y de aquellos militantes revolucionarios víctimas de la dictadura militar. Secretos y enfrentamientos de una época que parecían haberse perdido y que por momentos se nos ocurren muy lejanos o muy presentes cuando los comparamos con nuestra realidad.
Publicada en agosto de 2005
El libro del periodista Norberto Asquini lleva un subtítulo "Luchas populares, peronismo y militancia revolucionaria en La Pampa de los ‘70", que resume perfectamente los espinosos temas abordados. "Crónicas del fuego" hace referencia a años de pasiones y movilizaciones que se extendieron como llamas por la geografía argentina, de un país lleno de utopías y un clima donde se vivía la primavera de los pueblos; pero también del caos abrazador de la violencia política y la hoguera que representó el terrorismo de Estado antes y después del Golpe de Estado del ‘76.
Cerca de cuatro años de investigación y más de 200 entrevistas fueron necesarias para lograr una visión que se acerca a los años setenta pampeanos en clave periodística.
Tiempos agitados
El libro tiene 26 subcapítulos. Comienza en el año ‘69 con el paradigmático levantamiento popular del Cordobazo, inicio del estallido que desalojó a la Revolución Argentina del poder. A partir de sus repercusiones en La Pampa, el autor sigue la línea de toda la efervescencia política e ideológica en los ámbitos sindicales, estudiantiles y partidarios.
La primera parte se centra en la huelga más extensa, la de los obreros salineros de Salinas Grandes que durante 120 días mantuvieron, junto a militantes santarroseños de la nueva izquierda, una medida de fuerza contra la empresa CIBASA. Pero también aborda el contagio de la época en la conducción combativa de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), las agrupaciones gremiales antiburocráticas y las clasistas.
Además se extiende a otras luchas populares: la toma de la Universidad para presionar por la nacionalización, un hecho pocas veces recordado; la movilización por la defensa de los recursos hídricos pampeanos de la COPDRIP; y hasta la conformación de un ala progresista de la iglesia pampeana en los años ‘60.
Movilización callejera en apoyo a la huelga de los salineros, en 1972.
La lucha por el poder
La segunda parte hace eje en el peronismo de los ‘70. Las corrientes internas -los políticos, los sindicalistas santarroseños y piquenses, la JP y el Comando de Organización- y la campaña electoral de 1973 que dejó paso al gobierno de José Aquiles Regazzoli. Desde entonces, conflictos internos y los reflejos de la violencia política nacional, dieron marco al enfrentamiento entre regazzolistas y el sindicalismo ortodoxo.
Fue un continuo avance de los sectores de la derecha del PJ para hacerse con el poder como ocurría en otras provincias donde los vicegobernadores gremialistas habían desplazado a los mandatarios de la rama política. El enfrentamiento eclosionó en agosto del ‘75 con la crisis gubernamental: intentos de destituir al mandatario y movilización ciudadana para respaldar a las instituciones democráticas representadas en el Ejecutivo.
Pero no sólo los conflictos dentro del peronismo fueron parte de la política entre mayo de 1973 y marzo de 1976. Desde la primavera camporista, el interregno de Lastiri, la llegada de Juan Perón a la presidencia y la sucesión de Isabel Martínez de Perón en julio de 1974, La Pampa acompañó los vaivenes nacionales.
La Universidad se inundó de una juventud movilizada y radicalizada desde 1972 que trató de ser parte del gobierno de la casa de estudios. Nacieron las agrupaciones, reformistas como Franja Morada o revolucionarias como el FAUDI y la JUP, que participaron en cinco tomas de la UNLPam. Luego sobrevino la experiencia de 1974 con el nombramiento de una conducción peronista que terminó con una abrupta intervención al año siguiente.
Mientras tanto, la actividad sindical vivía la efervescencia y agrupaciones combativas se hacían cargo de los gremios de periodistas, municipales, de ATE en 1975 y de los docentes.
En los pliegues de esos frenéticos años, el libro revela secretos y acontecimientos poco recordados como la trama de los doce militantes de la JP y Montoneros detenidos en Santa Rosa; los choques entre la JP y el CdeO.
La escalada derechista sobre todo lo que oliera a "zurdo" llevó a la represión de diversos sectores durante el gobierno de Isabel Perón. Uno fue la clausura de la experiencia de los docentes y alumnos de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), intervenida por la ortodoxia peronista. La represión continuó con los operativos antisubversivos de noviembre y diciembre de 1975 en los que profesores, médicos y periodistas fueron detenidos y varios pasaron años en las cárceles a disposición del PEN. Fue el anuncio y la primera razzia que se completaría luego del 24 de marzo del ‘76 cuando Isabel fuera derrocada por el Golpe de Estado, tema con el que finaliza la crónica en La Pampa.
Tiempos de utopías
La última parte descubre la militancia revolucionaria de los jóvenes pampeanos fuera de la provincia. En su mayoría fueron desaparecidos por el Terrorismo de Estado de la dictadura militar pero, más allá de cualquier tono testimonial o tortuoso, "Crónicas…" rescata la vitalidad de sus historias de vida, su militancia y sus ideales, sus contradicciones y sus amores. Y también el trágico destino de muchos.
En sus páginas desfilan Liliana Molteni, Daniel Elías, Sergio Korsunsky, María Teresita Scianca, Juan Carlos y Adrián Follonier, los hermanos Knobel, Horacio Alvarez, Miguel Angel Nicolau, Chela Gil y Cristina Barbeito, entre otros. Y también aquellos pampeanos que fueron asesinados por los grupos armados de la derecha durante el gobierno isabelista como Salvador Delaturi, Sergio García, Raúl Uhalde y Roberto Loscertales, entre otros.