A los 80 años de edad, el 6 de enero último murió en Montevideo, Uruguay, el guitarrista, compositor y cantante de música popular Yamandú Palacios Pintos, nacido en la misma ciudad el 28 de abril de 1940. Era autor de la poesía de la chamarrita “Coplas al compadre Juan Miguel”, musicalizada por el guitarrista y cantor Oscar Alberto Perna Almeyda y grabada por el cantautor Alfredo Zitarrosa (1936-1989), ambos compatriotas suyos. Perna, quien falleció en La Pampa el 23 de julio 2007 a los 62 años, se había radicado con su familia en General Pico en 1974 y, tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, fue víctima de uno de los actos represivos más graves cometidos en la provincia en el ámbito artístico y cultural, cuando fuerzas locales de la dictadura cívico-militar-clerical lo detuvieron, torturaron y mantuvieron desaparecido por un tiempo.
Yamandú Palacios y Oscar Perna se conocieron en el umbral de los años ‘60 en la peña “Teluria” de la capital uruguaya, un reducto en un subsuelo de la calle Cuareim Nº 1.359, entre las arterias 18 de Julio y Colonia, en pleno centro de la ciudad, que se hizo muy conocido y frecuentado por los artistas y la bohemia orientala de la época. La naciente relación amical y artística Palacios-Perna desembocó rápidamente en un emprendimiento compartido para desarrollar la música y el canto en común, que desplegaron junto al recitador nativo Roberto Bianco bajo el modo de un trío llamado “Los tres Orientales”, cuyas presentaciones serían anunciadas en los afiches como “Recital Folklórico”. Desde entonces Perna comenzó a emplear el seudónimo “Oscar del Monte”.
Al compadre Juan Miguel
A comienzos de esa misma década, Yamandú Palacios escribió unos versos que tituló “Coplas al compadre Juan Miguel” en homenaje a un amigo sindicalista del gremio que aglutinaba a los obreros zafreros del Departamento Artigas, en el extremo norte del país, donde se explota la caña de azúcar y se produce el 50% del producto que se extrae de ella. En uno de los habituales encuentros con su amigo periodista, escritor, locutor e incipiente cantor Alfredo Zitarrosa –también habitué de “Teluria”– le da a leer el poema y nace la idea y necesidad de su musicalización.
Conociendo ya las cualidades interpretativas y creativas del todavía muy joven compañero artístico “Oscar del Monte”, Palacios aprovechó un encuentro que tuvo con éste en un boliche del puerto de Montevideo, para mostrarle la letra y comentarle que había que musicalizarla con destino al repertorio de Alfredo Zitarrosa.
Contó Palacios que estaban sentados a una mesa en la vereda del lugar y en un momento dado pasó un canillita voceando diarios y silbando con mucho empeño, lo que impulsó al guitarrista a decirle al letrista que esperara un momento, y tomando una servilleta empezó a escribir la melodía con la referencia del silbido del joven diariero. Al terminar le dijo a Yamandú: “¡Tomá, aquí está la música para esos versos!” Por inesperada que fuera la situación, no dejó lugar a dudas y el boceto musical manuscrito pasó a ser un esquema incipiente, luego pulido y armonizado, de lo que iba a ser la famosa chamarrita que un par de años más tarde llevaría exitosamente al disco la singular e irrepetible voz de Alfredo Zitarrosa.
La primera grabación de “Coplas al compadre Juan Miguel” se realizó en Montevideo, en 1966, para el disco “Canta Zitarrosa” editado por el sello “Tonal”. La chamarrita de Palacios-Perna era una de las preferidas del cantor oriental, a punto tal que llegó a grabar cinco versiones más, registradas en los discos “Canta Zitarrosa” (sello “Orfeo”, 1969); “Guitarra Negra” (“Movieplay”, 1977); “Milonga de Ojos Dorados” (“NCL”, 1979); “Zitarrosa en Argentina” (“EMI-Odeón”, 1983); y “Alfredo Zitarrosa en Vivo en Santiago” (edición póstuma de “Bizarro-Warner-Mandinga”, 2000).
Una amistad entrañable
Más de cinco décadas después de ocurrida, Yamandú Palacios le contó la historia de los motivos de la creación de la obra y la anécdota del modo original en que nació la música de la chamarrita, a Reneé Malondra Rodríguez (“Charo”), hija de Oscar Perna y Ana Beatriz Rodríguez –también uruguaya–. Palacios y Perna tejieron una amistad muy cercana que se internaba inclusive en el ámbito de lo familiar, por lo que “Charo” tenía un ascendiente afectivo y amical con Yamandú.
Aquella amistad quedó plasmada en 2012, en un homenaje a Perna en la Asociación General de Autores de Uruguay (AGADU), al frente de cuya organización estuvo justamente Palacios. El encuentro se realizó en la sala “Mario Benedetti” de la Casa del Autor y reunió a colegas y amigos del artista fallecido en La Pampa. Allí también se reunieron sus dos hijos: Reneé, que reside en Uruguay, y Oscar Perna Rodríguez “Oscarito”, quien vive en Buenos Aires.
Palacios fue de algún modo, quien le abrió la puerta artística y descubrió las dotes de guitarrista, cantor y compositor de Oscar Perna en “Teluria”, cuando un día, al faltar inesperadamente un músico, le tocó reemplazarlo a Perna –hasta ese momento lavacopas del bar–, generando sorpresa y admiración en los presentes por la calidad de intérprete y cantor que exhibió, cualidades que habían permanecido ignoradas tras la barra del pequeño rincón folklórico montevideano.
Desde ese mismo momento Yamandú Palacios se sintió muy interesado en acercarse artísticamente a Perna y ambos pusieron sobre la mesa compartida los primeros gestos mutuos de una naciente amistad, que Palacios hizo extensiva a su amigo Alfredo Zitarrosa. Eran tiempos en que ni Palacios ni Zitarrosa habían trascendido todavía al gran público como artistas de la canción folklórica y popular, mientras maduraban en ellos sus respectivas propuestas poéticas y musicales comprometidas ideológica y políticamente.
En la medida en que crecía la amistad entre Palacios, Perna y Zitarrosa, éste se permitió un día empezar a llamar a Oscar “Pajarito”, porque era algo diminuto y un poco bajo de estatura. Ese episodio, grabado en su memoria, fue recreado por Perna a quien esto escribe, aquí en La Pampa, ante colegas y amigos que escuchábamos sus historias artísticas vividas en Montevideo. Al contarlas las representaba incluso imitando la voz grave de Zitarrosa cuando lo nombraba “Pajarito”, valiéndose de la tesitura vocal baja que también él poseía.
Según Yamandú, a la par de su talento artístico había en Oscar “Pajarito” Perna –o bien “Pajarito del Monte”– un joven tímido y retraído, que el trato frecuente y la interrelación con tantos artistas que circulaban por “Teluria”, fue transformando en la medida que se hacía ostensible el aprecio personal y la valoración artística que de él empezaban a hacer los demás.
Dos exilios
La labor compositiva de Oscar Perna en Uruguay no se agotó con la chamarrita “Coplas al compadre Juan Miguel”. Entre otros trabajos, musicalizó también el texto del poeta y autor Washington Benavídes titulado “Defensa del Gaucho”, milonga que grabó Alfredo Zitarrosa en su disco “Desde Tacuarembó” en el año 1975, y que más de veinte años después se incluyó en el disco póstumo de 1997 titulado “Alfredo Zitarrosa”. Además musicalizó poemas del español Federico García Lorca y compuso, junto al reconocido creador Washington Carrasco, la cantata “La Batalla de las Piedras” (1968), un homenaje a José Gervasio Artigas que se grabó con diversos artistas uruguayos.
Oscar Alberto Perna había nacido en Montevideo el 7 de agosto de 1945, y se había iniciado en la actividad artística en 1961 con aquel seudónimo “Oscar del Monte”, con el que haría las primeras giras por los más diversos escenarios de su ciudad, el país y la región, incluyendo el litoral argentino, y lo llevarían a presentarse hasta en la peña Los Gauchos de Güemes de la ciudad de Salta. Entre 1970 y 1973 actuó en la peña “De Cojinillo”, del dúo Los Olimareños, y en diversos canales de televisión y emisoras uruguayas.
Una vez radicado con su familia en La Pampa en 1974, Oscar siguió componiendo materiales propios y en común con diversos autores locales, y tuvo una intensa vida artística como solista de canto y guitarra, con actuaciones en emisoras de radio, televisión, festivales de la región, e incluso ofició de jurado para el certamen Pre-Cosquín. Representó a La Pampa en diversas ocasiones en provincias vecinas y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Yamandú Palacios, por su lado, tuvo una vida artística y personal políticamente militante en las filas del comunismo uruguayo, lo que lo obligó a exiliarse en 1975 en Roma, Italia. Había iniciado su actividad artística participando del Primer Festival Internacional de la Canción Protesta en La Habana, y en el Festival de la Canción Política de Berlín. Durante el exilio recorrió con sus canciones numerosas ciudades italianas y del resto del continente europeo, como París, Zúrich, Ginebra y Berlín. Entre muchos otros registros fonográficos a lo largo de su itinerario artístico, en 1977 grabó en Roma el disco “Desde el Exilio”, editado en simultáneo en otros cinco países. Ese mismo año se trasladó a España, donde realizó giras en las que compartió escenarios con las principales figuras de la canción española, además de Mercedes Sosa, Alfredo Zitarrosa, Rafael Amor y Osiris Rodríguez Castillos. Fue guitarrista de Alfredo en la primera grabación de la obra “Guitarra Negra”.
En 2011, Yamandú Palacios tuvo otro gesto de indubitable afecto por Oscar Perna al escribir “Canción para tu Recuerdo”, una poesía que no tuvo oportunidad de mostrar en público ni grabar, dedicada a su amigo “Pajarito” Perna. Fue una nueva y emotiva historia que Palacios compartió con “Charo”, hija de Oscar, en encuentros personales que tuvieron en los últimos tiempos en Montevideo, adonde había vuelto para quedarse a vivir el afamado músico y cantor popular uruguayo después de andar durante años por los diversos escenarios del mundo.
TELURIA
A lo largo de los años ’60, “Teluria”, aquel austero antro de poesía y música popular, estuvo habitado por incontables artistas, algunos de los cuales alcanzarían fama y renombre en ambas orillas del Río de la Plata, como Jorge Cafrune, Mercedes Sosa, los Olimareños, Daniel Viglietti, Aníbal Sampayo, Rubén Rada, El Sabalero, Julio Sosa y otros. Y eran muchos más los músicos, poetas y cantores que protagonizaban la gran movida cultural, política y artística que tuvo presencia activa hasta la llegada de la dictadura en Uruguay en 1973. Parte de esa pléyade de creadores pasó por la emblemática peña de la calle Cuareim: Pablo Estramin; Washington Carrasco como solista y luego en dúo con Cristina Fernández; Héctor Numa Moraes; Eduardo Darnauchans; el dúo Larbanois & Carrero; Eduardo Lagos; el dúo “Los Zucará”; Leo Maslíah; Jaime Roos y el grupo “Los que Iban Cantando”, entre otros, algunos de los cuales integraron el movimiento cultural uruguayo llamado “Grupo de Tacuarembó”, conformado por diversos escritores, poetas, músicos y pensadores, como Washington “Bocha” Benavides, poeta coautor con Alfredo Zitarrosa, y quien, en los años de la dictadura cívico-militar uruguaya, impulsó con decisión el canto popular como una forma de resistencia.
Por Rubén Evangelista, músico, cantaautor e investigador. Parte de los antecedentes biográficos de Oscar Perna fueron aportados por Águeda Franco, amiga personal del artista.