El patrimonio de la Cooperativa Popular de Electricidad es vulnerado cuando alguno de sus asociados atenta contra algo que le pertenece, conectándose ilegalmente al sistema eléctrico con el fin de disminuir o anular sus registros de consumo de energía.
La maniobra, además de constituir un delito y una paradoja —alguien se roba a sí mismo y a sus pares—, pone en peligro vidas humanas e instalaciones domiciliarias. Es por todo esto que la CPE tiene una oficina dedicada exclusivamente a prevenir , detectar, corregir y, llegado el caso, denunciar ante la justicia estas prácticas.
La oficina de Pérdida No Técnica realiza un trabajo constante para reducir los perjuicios que provoca la “energía perdida” por manipulación indebida de equipos o conexiones ilegales al sistema. Entre sus objetivos, el principal es concientizar a la gente sobre los peligros que representan estas maniobras, pero también busca el recupero del capital perdido y reintegrar al sistema al asociado una vez corregida la situación y acordados los términos para su reconexión.
La oficina cuenta con una línea telefónica —388188— y un correo electrónico —Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.— donde se reciben denuncias anónimas de parte de personas que han observado o sospechan de alguna conexión irregular. Estas denuncias también suelen ser realizadas en forma presencial. Incluso el mismo personal de otras áreas de la CPE observa, al desarrollar sus tareas habituales, situaciones extrañas y da aviso a la oficina.
Por su parte, las cuatro personas que integran el equipo de Pérdida No Técnica, realizan relevamientos constantes y zonificados, tanto en Santa Rosa como en las siete localidades interconectadas, además de cotejar datos del sistema informático que permiten análisis comparativos de consumos y detección de registros anómalos.
Si bien el personal está capacitado para tratar situaciones difíciles y buscar siempre el diálogo que permita la vuelta a la normalidad de los asociados conectados irregularmente al sistema eléctrico, en algunas ocasiones —aunque esporádicas— sufren algún tipo de maltrato cuando están cumpliendo con la orden de desconexión.
De todas maneras, desde la oficina se intenta que la instancia principal sea el diálogo, aunque el ambiente no sea propicio. Siempre se trata de escuchar al usuario para saber la causa que lo llevó a hacer la conexión irregular o alterar un equipo de medición y buscar una solución para facilitar su reinserción en el sistema.
Hay casos crónicos, que se repiten en un determinado período, a los que se les desconecta pero se vuelven a conectar sin acudir a las oficinas a dialogar; es ante esas situaciones cuando los operativos se realizan con presencia policial o escribano público y se inician acciones judiciales.
No obstante, si bien son recurrentes las conexiones irregulares, lo normal es que se logre regularización y reinserción de usuarios, además de la recuperación monetaria, que en algunos casos suele ser considerable.
¿Cuánto se pierde?
Al finalizar cada ejercicio económico y social, la CPE informa a sus asociados sobre el estado de situación de la entidad, a través de su Memoria y Balance, que pone en consideración de una asamblea. En el último informe, publicado al finalizar el ejercicio 2020/2021 el 30 de junio último, se informaba que “la pérdida total de energía —diferencia entre la energía comprada por la entidad y la facturada por el Servicio Eléctrico, más la demanda del Servicio de Alumbrado Público— fue de 7,94%, incrementándose en 0,7 puntos porcentuales respecto al registro del Ejercicio 2018/19, que fue el mínimo histórico.”
Como las pérdidas técnicas pueden ser calculadas, pero depende de la configuración de la red en cada momento, la cooperativa estima un porcentaje y la diferencia con respecto a la pérdida total, que está determinada claramente, es la considerada pérdida no técnica.
Teniendo en cuenta este método, en lo que va del actual ejercicio iniciado el 1º de julio pasado, se calculan unos 2 millones de kWh perdidos por hurtos o fraudes, cuyo costo de compra es de aproximadamente unos 4,6 millones de pesos. La estimación es que al 30 de junio de 2022, se aprecie un muy leve incremento con respecto al mínimo histórico de pérdida de energía logrado en el período 2018/2019.