Al contrario de la clásica consigna tanguera de que “veinte años no es nada”, veinte años en la historia de la CPE siempre serán significativos. Pero referirnos a estas últimas dos décadas en particular remite, obligatoriamente, a un hecho histórico y refundante de la Cooperativa Popular de Electricidad de Santa Rosa: el 27 de julio de 2002 nació CPEtel, la telefonía domiciliaria que volvió a ubicar a esta entidad solidaria como ejemplo del cooperativismo argentino de servicios.
En diciembre de 1998, la puesta en marcha del servicio de internet de la CPE (CPEnet) había sido una especie de trampolín de la esperanza: demostraba que era posible que manos cooperativas se encargaran de las telecomunicaciones; que era factible una respuesta positiva de las y los asociados a una propuesta revolucionaria; que no era imposible competir con los grandes pulpos hegemónicos, empresas que anteponían y anteponen el lucro por sobre el servicio.
El Decreto 764/2000 que estableció la desregulación del servicio de telefonía fija, abrió la posibilidad para que las cooperativas pudieran ingresar en un mercado monopolizado en dos grandes regiones del país: Telefónica (centro y Sur) y Telecom (centro y Norte). La determinación política de recuperar servicios estratégicos con bandera nacional ya se había tomado, trabajando en un proyecto técnico y resguardando la capacidad de inversión necesaria para el mismo. “¡Vamos por más!” fue el espíritu que contagió a propios y ajenos.
¿Quién podría olvidar aquella etapa de la historia argentina, cuando la incertidumbre económica, política y social campeaba en el país? La vertiginosa sucesión de gobernantes tras la caída de De la Rúa, el cambio abrupto del modelo económico de privatizaciones y de la convertibilidad menemista, el conflicto social que había ganado la calle a fuerza de protestas y reclamos, dibujaban los límites de una realidad exasperante. Sin embargo, la CPE logró consolidar una iniciativa a la que no le faltaban críticos y escépticos.
Hechos
Aquel 27 de julio, hace ya veinte años, el intenso frío de la mañana fue nada en la carpa montada en el patio central de la CPE: dirigentes locales, provinciales y nacionales, militantes y delegados propios, consejeros, empleados, y representantes del cooperativismo argentino, vivieron el emocionante nacimiento de CPEtel, y más de una lágrima feliz corrió cuando la primera llamada telefónica se concretó, en medio de los aplausos y la alegría del colmadísimo lugar.
La anécdota emotiva estuvo centrada en esa primera conexión telefónica entre el profesor Oscar Nocetti, entonces presidente del Consejo de Administración, y Alfonso Corona Martínez, el hijo de uno de los protagonistas de la gesta fundacional de esta gran cooperativa, allá por los años 30 del siglo anterior. Ese humilde y simbólico acto resumió la convicción de miles de vecinos y vecinas de Santa Rosa, que dejaron su marca en la historia de nuestra región con el mandato de que es posible construir en forma solidaria aún en condiciones muy adversas, o tal vez gracias a ellas.
Un detalle que no debe olvidarse: Fabián Denda, junto a un pequeño equipo original que incluía a Pablo Regúnaga y Marina Micheli, había estado al frente de la experiencia CPEnet desde el primer momento, cuando el servicio de internet se prestaba a través de una línea telefónica. El Consejo de Administración ratificó la confianza en su figura para que se hiciera cargo de la gerencia de Telecomunicaciones, ahora con la telefonía domiciliaria incluida. Esos inicios, desafiantes y muy motivadores, tanto laboral como profesionalmente, fueron la piedra angular para el desarrollo posterior, con más técnicos y recursos humanos, de lo que ha significado CPEtel para Santa Rosa, luego Toay y recientemente Catriló.
Un legado y su actualidad
“Venimos de aquel legado que nos dejaron 28 indigentes, ganapanes, trabajadores analfabetos, especialistas en esquivar miserias y, sin embargo, artífices de la historia profana más universal jamás contada: los 28 trabajadores de la hilandería de Rochdale. Diseñaron una hermandad solidaria que convertía a sus pobrezas individuales en una fraternidad económica. Se convirtieron en hombres y mujeres que dignificaron sus vidas mancomunando el trabajo y los recursos. Desarrapados, sí, pero con convicciones". Las palabras de Oscar Nocetti en aquel acto resultaron significativas para reunir en una sola línea el pasado y el presente, la esperanza y la pelea, la universalidad de un concepto y la particularidad de un hecho concreto, en un lugar concreto. "El cooperativismo es una doctrina que no exige iluminados, exige fe en el trabajo y en la mancomunión. Ponemos nuestras pobrezas individuales al servicio de una idea de integración económica que nos una y nos lleve más lejos de donde estamos”.
Hoy, 20 años después, CPEtel, junto a los servicios de internet (CPEnet) y el de televisión digital por cable (CPEtv), que hace unos días alcanzó sus primeros diez años, el triple play prometido y planificado de la CPE, posee una cobertura de red del 100% en las localidades en las que tiene presencia, más de 110.000 servicios activos y una dotación propia de más de un centenar de trabajadores y trabajadoras, convirtiéndose en la cooperativa TIC (tecnologías de la información y comunicación) más importante del país.