Nuevo 1° de Octubre es una publicación mensual y gratuita de la CPE.
PRIMEROS GRUPOS GRAMEEN EN LA PAMPA

El proyecto de la Fundación Grameen toma forma práctica en La Pampa aunque el proceso para llegar hasta estos resultados ha sido bastante extenso. Hoy se han entregado treinta microcréditos de 350 a 500 pesos cada uno, para vecinos de los barrios Zona Norte, Sagrado Corazón y Zona Oeste Quintas, de Santa Rosa. Es el resultado de un esfuerzo programado que incluyó un primer acercamiento a los vecinos; luego capacitación y finalmente decisión, sobre la base de los grupos conformados y el dinero disponible.

Publicada en octubre de 2004

Los seis primeros grupos son El Hornero (pastelería, albañilería, jardinería, electricidad, y un taller de chapa y pintura); Amanecer (dos proyectos para venta de ropa de cama y lencería, repostería, pastas y costura); Norteñas (panificación, confección de gorras, cunicultura, venta de grasa y venta de productos alimenticios sueltos); Las Plateras (pedicuría, costura, venta de ropa, venta de comidas y ampliación de quiosco); Mil Ideas (costura de ropa para niños, venta de comidas, costura de toallas y toallones, elaboración de alimentos de soja y papel para cestería, barniz y pegamento); y Los Buscas (peluquería, pastelería, herrería, lavado de autos y taller de arenado).

Cada grupo se compone con cinco mujeres o cinco hombres; cada uno tiene su propio proyecto y recibe su crédito que devuelve en cuotas semanales durante un año. El grupo, capacitado durante varios meses en la metodología y objetivos de la Fundación por operadores de Grameen, es solidariamente responsable de la devolución de las cuotas que, a su vez, sirven para armar un fondo que se distribuirá entre otros grupos en formación.

“No es fácil pero vale la pena”

Las experiencias de cada integrante de los grupos que participan de la propuesta son de lo más disímiles, sin embargo, luego de más de medio año de funcionamiento, coinciden en que el dinero del crédito les ha permitido llevar a cabo sus proyectos con éxito, que el espacio y su grupo se han transformado en algo más que el encuentro establecido para el trabajo y que, sobre todo, como resume una de las participantes: “no fue fácil llegar hasta acá, pero vale la pena”.

Desde quien gracias al crédito pudo viajar a Buenos Aires para comprar ropa que revendió aquí, la que compró una máquina de coser para hacer gorras, aquella que acondicionó su criadero de conejos, hasta la que aún está esperando que le toque el turno para empezar a hacer pastas caseras para vender, cada participante cumple rigurosamente con el compromiso semanal de devolver los poco más de diez pesos de cuota que permitirán que otros puedan acceder a su crédito.

200410 Crédito para crecer Grameen

“Lo más difícil es la constancia”, dicen, “porque no es fácil estar varios meses viniendo una o dos veces a la semana o más, antes de recibir el crédito”. Sin embargo, aun cuando algunas esperan su turno desde marzo, sienten que en el camino aprendieron muchas cosas: “a trabajar en equipo, por ejemplo, a evaluar cada cosa, redondear todo, hasta el último centavo”, todas cuestiones que se trabajaron durante los talleres de capacitación que, por otra parte, los fue uniendo más allá de cada encuentro: “antes éramos vecinas que apenas nos conocíamos, ahora nos hemos hecho varias amigas”.

Muchos estudios se han hecho sobre la iniciativa Grameen para saber de qué se trata, cómo funciona y cuál es su impacto social. Coinciden que, en todo mundo, el ingreso de prestatarios ha seguido creciendo, el 60% ha salido de la pobreza y el nivel de nutrición ha mejorado muchísimo; la opción de prácticas de planificación familiar es doblemente activa, la mortalidad infantil ha disminuido y las condiciones de vida en la familia, son globalmente mejores.

Hoy, en Santa Rosa, sesenta personas han ingresado al sistema. Con sus respectivas familias son 240 vecinos que trabajan, manejan dinero diariamente, han establecido vínculos de confianza, compromiso y afecto con sus pares, movilizan la economía barrial, pueden cubrir pequeñas necesidades de alimento y vestimenta de sus hijos, y se fortalece el rol de la familia y de cada integrante.

¿Cómo concibe Grameen su sistema de microcréditos? Cada monto es un microcapital que sirve para una inversión económica práctica -compra de elementos o insumos- pero que tiende fundamentalmente a redefinir cuestiones más profundas basadas en la dignidad y el respeto. Decimos: “si usted tiene poquito, lo consideramos; si no tiene nada, le damos mayor prioridad”. Es un sistema cimentado en la confianza mutua, donde no hay papeles para un recurso legal; es solo un préstamo con un apretón de manos. Es otra manera de mirar y entender la gran energía creativa de todos.

Ante la pregunta ¿por qué hay pobreza?, decimos: “la pobreza no la crearon los pobres, no es culpa de ellos, la pobreza es creada por las instituciones que hemos construido alrededor, las políticas que perseguimos; eso es lo que genera la pobreza con víctimas que tienen nombre y apellido”.

La gente expuesta a condiciones de pobreza es como un bonsai. Si tenemos la semilla de un árbol gigante y la sembramos en un florerito, no crece gigante; desarrolla unos centímetros y ahí queda. Es igual con la pobreza: no hay ningún problema con la semilla pero la sociedad no le entregó el espacio, no le dio el apoyo, la tierra que necesitaba, entonces creció hasta un tope solamente y así quedó, pequeño.

Entonces lo que necesitamos es que la sociedad garantice la base para que el árbol crezca, que extienda facilidades; nada especial, simplemente dar oportunidad, romper las barreras impuestas y confiar en que se puede crear un mundo bello, donde ni un solo ser humano sufra las causas de la pobreza.

*Vilma Zulema Izaguirre es presidenta de Grameen La Pampa