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ANÁLISIS

La noticia borró toda esperanza -todavía latente- de que la Educación Nivel Polimodal no entrara en vigencia: a través de un Decreto del Poder Ejecutivo Provincial se aprobó la estructura curricular para primer año de la Educación Polimodal. Esto significa que ya se han determinado las materias que tendrán los alumnos (espacios curriculares), sus contenidos y carga horaria, aunque sólo de primer año. Es la primera vez en la historia institucional de nuestra provincia que, a partir de esta reforma, padres, docentes y alumnos, desconocen el programa integral de la formación propuesta para un nivel educativo, aprobándose lineamientos curriculares para un solo año, transgrediendo los principios básicos de las teorías curriculares. Un inicio poco auspicioso. Demuestra la falta de consenso al Proyecto elaborado en 1999 por una Comisión Curricular extrañamente encapsulada e incomunicada, que desdeñó cualquier sugerencia externa de sus colegas.

Publicada en marzo de 2000

La voluntad política

El nuevo gobierno de la educación ha explicitado la voluntad política de escuchar las voces de su comunidad. Un gesto auspicioso, porque la problemática que plantea esta apresurada implementación del Polimodal es múltiple. 

Abordaremos en este artículo alguno de los problemas sin resolver que este gobierno deberá enfrentar con la implementación del Polimodal: la articulación con el mundo del trabajo; los alcances de los nuevos títulos; la resolución de la antinomia atención de una enseñanza de calidad para los alumnos - atención a las necesidades de los docentes.

Articulación con el trabajo

La Ley Federal de Educación ha desarrollado proficuamente en su articulado la necesidad de vincular la educación con el mundo del trabajo, aspecto que retoma también la Ley Provincial de Educación y que ha sido una especie de núcleo de coincidencias de las distintas propuestas. Sin embargo, hay una marcada distancia entre lo que previó la ley y su implementación.

Las modalidades del Polimodal de hoy, no tendrán diferencias con lo que fueron las antiguas orientaciones de los bachilleratos, títulos del secundario que no garantizaban la salida laboral. Ni un Bachiller con Orientación en Administración de Empresas, ni el Bachiller con Orientación Pedagógica, entre otros, articulaban con puestos reales de trabajo para nuestros jóvenes. Hoy se repite el esquema, con olvido total de las recomendaciones de la Ley, pero con el agravante de que se cierran las únicas carreras que sí articulaban con el mundo laboral: las carreras de las EPET, de las escuelas artísticas, de las agropecuarias. Un solo ejemplo nos servirá para ilustrar esta pérdida: la EPET no sólo brindaba una formación con orientación, sino además un título, el de Maestro Mayor de Obras cuyos egresados integraban el Consejo de Arquitectura e Ingeniería de la Pampa, con incumbencias profesionales establecidas. Y en este sentido articulaba con puestos laborales reales. A la vez, otorgaba una formación de tipo propedéutica para articular con la Universidad. Según un estudio de la Universidad Nacional de la Plata, los graduados de escuelas técnicas alcanzaban los mejores rendimientos en el ámbito de los cursos introductorios vinculados con las ciencias exactas.   Hoy lamentamos su pérdida, y lo inexplicable de su clausura, porque en la misma Ley Federal aparecía la orientación técnica, que luego el Consejo Federal de Educación hiciera desaparecer y se privaba a los alumnos de una educación con salida laboral en puestos de trabajo regulados por el mundo profesional  y salida también hacia los estudios universitarios.

En la nueva propuesta, que desconoció la orientación técnica establecida por la LFE, se están diseñando los Trayectos Técnicos Profesionales que obrarían como articuladores con el mundo del trabajo y que se cursarían paralelamente al nivel Polimodal (y también quienes no concurran al Polimodal). Ocuparían el ámbito educativo que hoy desempeñan las EPET, con mayor amplitud de opciones y aparentemente de equipamientos. Sin embargo en esta carrera apresurada de transformación, no han podido ponerse en marcha paralelamente al Polimodal porque estarían aun en preparación, con lo cual, a esta primera promoción de alumnos que ingresa al Polimodal en el 2000 se les brinda un servicio cercenado, sin el acompañamiento de los Trayectos Técnicos que articularían con los puestos de trabajo. Un serio problema para el Estado que no garantiza a todos los adolescentes la igualdad de oportunidades.

Por eso consideramos necesario que a esta primera promoción se le brinde la posibilidad de ingresar a los trayectos técnicos, aun en el segundo cuatrimestre del 2000 y a pesar de la falta de acuerdos entre sus diseñadores, dejando abierta la posibilidad de realizar  ajustes y transformaciones. Todavía queda por resolver si los certificados que otorguen los Trayectos Técnicos, tendrán respaldo de  Colegios Profesionales y entrada real al mundo del trabajo. Sería auspicioso que el mismo gobierno provincial, realice las gestiones ante estas organizaciones profesionales para garantizar se inserción legal. De esa manera los títulos adquieren legitimidad social para la inserción en el trabajo y no simbólica como la de los antiguos bachilleratos.

En síntesis, se hace necesario poner en funcionamiento los Trayectos Técnicos Profesionales paralelamente a la educación polimodal, para garantizarle a esta primera promoción, ingresantes 2000, igualdad de oportunidades educativas con respecto a las  subsiguientes. Pero también se hace necesario gestionar la legitimidad social de los Títulos Técnicos para que los graduados puedan insertarse en puestos de trabajo.

A modo de conclusión

La educación Polimodal, que tantas resistencias originó en la comunidad pampeana, ha sido puesta en marcha a través del Decreto que fundamenta su estructura curricular. Ante esta situación de hecho, se hace necesario exponer los problemas a los que se enfrentará el sistema así como las posibles vías de solución, que necesariamente deberán ser consensuadas por la comunidad educativa. La vinculación con el mundo del trabajo no puede soslayarse en este primer año de puesta en marcha del nivel polimodal, así como el abordaje de la problemática de los títulos técnicos no superiores. Finalmente es necesario resolver cooperativa y creativamente  la antinomia "calidad educativa para los jóvenes- responsabilidad social ante los docentes". Difícil pero posible,  desde la voluntad política explicitada acerca de la reinstalación del diálogo con la comunidad educativa.

Títulos viejos y Reconocimientos

Otro aspecto que no resultará fácil resolver al Estado en las circunstancias en que se habilita la Educación Polimodal, es el de la ubicación de docentes con títulos que no se adecuan a la nueva estructura curricular. Otras jurisdicciones tomaron la decisión de proteger los derechos de los docentes aunque a costos marcados en la calidad de la enseñanza: los profesores de las cátedras de Francés, por ejemplo, que no necesariamente habían estudiado profesorado, al desaparecer la materia tuvieron posibilidad de continuar trabajando haciéndose cargo de la asignatura Lengua.

Mientras cualquier sociedad contemporánea está exigiendo niveles de profesionalización cada vez más elevados a sus integrantes, nosotros corremos el riesgo de que la transformación educativa quede a cargo  de personas que carezcan, no sólo de títulos sino también de formación profesional. Lo peor que le puede pasar a nuestra sociedad actual es el desmejoramiento de los niveles de calidad educativos, que ya se encuentran muy deteriorados, autorizando a estos docentes el desempeño en un ámbito profesional que no es de su incumbencia. Sin embargo, la necesaria responsabilidad social con respecto a los mismos, debe ser enfrentada con creatividad por el Estado con proyectos que desestimen capacitaciones rápidas: nadie puede transformarse en Profesor de Lengua en tres semanas, y esta política sólo serviría para maquillar el desorden.

Sí se hace necesario pensar salidas originales para estos docentes cuyas materias desaparecen: creación de tutorías de estudio para atención de la diversidad, en la que se ayude a leer y comprender los textos de distintas materias; centros tutoriales tecnológicos, en los que se apoye el estudio de las asignaturas a través del uso de Internet, software, correo electrónico, etc. Sería interesante proponer algunas opciones, que resulten necesarias a la calidad educativa para evitar la pérdida de fuentes de trabajo a los docentes y permitirles una elección acorde con sus posibilidades. Pero deberá preverse también, muy especialmente, el seguimiento de esas actividades para no sostener proyectos poco viables.

* Vilma Pruzzo de Di Pego, doctora en Ciencias de la Educación.

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