Se me ocurrió este editorial mientras miraba un documental transmitido por el canal de noticias RT perteneciente a la República Rusa; se trataba de un grupo de voluntarios en una remota isla del Ártico, que parecía despoblada. Sin embargo, los voluntarios tenían como objetivo limpiar la isla de la basura arrojada por ignotos viajantes que dejaron su impronta al paso, una migaja del impresionante Everest de basura que viene acumulando nuestro planeta. Las imágenes que veía me llevaron a evocar un antiguo relato de Thor Heryerdahl, el legendario navegante de la Kon Tiki, cuando en 1969, en la expedición Ra III, zarpó del puerto marroquí de Safi para dirigirse a la Isla de Barbados, atravesando parte del Mediterráneo y el Atlántico. Recuerdo haber leído algo que a Thor le había sorprendido: la cantidad de basura que acumulaba ese Mare Nostrum de los romanos; relataré más adelante en lo que se ha convertido el Mediterráneo más de cinco décadas después de la narración de Heyerdahl.
Y así la visión de la isla del Ártico enhebró otro recuerdo relacionado con la basura: fue durante unas vacaciones pasadas en Puerto Pirámides, sobre el golfo Nuevo, caminaba distraídamente por la costa cuando imprevistamente, en esa soledad patagónica, empecé a ver cantidad de guantes de látex, trozos de cajones, recipientes y bolsas plásticas por doquier. Intrigado, aproveché una consulta realizada en la oficina turística de Puerto Madryn, para preguntarle al encargado acerca de mi hallazgo y este me informó que se trataba del “regalo” que nos dejaban los buques factoría, piratas de la riqueza pesquera de las costas patagónicas quienes, sin dejar ningún valor en los puertos, además de llevarse toneladas de pescado y mariscos, utilizaban el mar circundante como un gigantesco basurero.
Pasemos ahora de lo puntual y narrativo a lo que acontece en el planeta que habitamos. Al respecto veamos lo que nos dicen en Internet:
“CIUDAD DE WASHINGTON, 20 de septiembre de 2018. Según el nuevo informe del Banco Mundial titulado What a Waste 2.0: A Global Snapshot of Solid Waste Management to 2050 (Un panorama mundial de la gestión de desechos sólidos hasta 2050), se prevé que la generación de residuos sólidos urbanos aumente de 2.300 millones de toneladas en 2023 a 3.800 millones en 2050. En 2020, el coste directo mundial de la gestión de residuos se estimó en 252.000 millones de dólares. Si se tienen en cuenta los costes ocultos de la contaminación, la mala salud y el cambio climático derivados de las malas prácticas de eliminación de residuos, el coste se eleva a 361.000 millones de dólares. Si no se toman medidas urgentes en materia de gestión de residuos, en 2050 este coste anual mundial podría casi duplicarse hasta alcanzar la asombrosa cifra de 640.300 millones de dólares. La modelización del informe muestra que el control de los residuos mediante la adopción de medidas de prevención y gestión de residuos, podría limitar los costes netos anuales de aquí a 2050 a 270.200 millones de dólares. Sin embargo, las proyecciones muestran que un modelo de economía circular, en el que la generación de residuos y el crecimiento económico se desvinculen mediante la adopción de medidas para evitarlos, prácticas empresariales sostenibles y una gestión completa de los residuos, podría de hecho dar lugar a un beneficio neto total de 108.500 millones de dólares al año. Naciones Unidas recuerda la necesidad de 'actuar ahora para evitar el peor de los escenarios'. El informe ofrece orientaciones y sugerencias de actuación para los bancos multinacionales de desarrollo, los gobiernos nacionales, los municipios, los productores y minoristas, el sector de la gestión de residuos y los ciudadanos".
Veamos ahora el tiempo de reciclado de diferentes productos de uso común:
Fuente: página web de la fundación Santa Marta Sostenible, de Colombia.
Un caso especial de contaminación
Componentes especiales, producto de la modernidad son los artículos electrónicos, todos tienen un tiempo muy prolongado de reciclaje:
- Plásticos: los dispositivos suelen estar recubiertos con carcasas plásticas que pueden tardar entre 100 y 1.000 años en degradarse en condiciones normales.
- Metales: el cobre, aluminio y acero pueden requerir 50 a 500 años para corroerse y descomponerse completamente.
- Pilas y baterías: las de litio o níquel, que alimentan dispositivos portátiles, contienen químicos peligrosos y tardan más de 1.000 años en desintegrarse.
- Pantallas LCD o LED: los paneles de monitores o televisores incluyen vidrio y sustancias como mercurio, que pueden permanecer indefinidamente en el medio ambiente si no reciben tratamiento adecuado.
Lo precedente debería hacernos reflexionar sobre lo que significa en la naturaleza cada vez que arrojamos despreocupadamente una lata de cerveza, la envoltura de papel de aluminio del paquete de cigarrillos, una bolsa de polietileno o nos deshacemos de un aparato de televisión.
Una pregunta que podríamos hacer ahora es: como sucede con los gases de efecto invernadero, ¿existen también diferencias en la producción de basura? Y esta es la respuesta: "según diversos estudios y estadísticas, los países que producen más residuos en el mundo son China, Estados Unidos, India, Japón y Alemania. Estos países representan el 44% de la población mundial y generan el 60% de los residuos del planeta. China es el país que más residuos produce, con una cantidad estimada de 2100 millones de toneladas al año. Esto se debe en gran parte a su población, que supera los 1.400 millones de habitantes. Además, su rápido crecimiento económico y la falta de políticas efectivas de gestión de residuos agravan la situación". Fuente: página web de la Ecozap, España.
Los tres principales factores de riesgo para nuestro planeta son: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la acumulación de basura no reciclable. Nuestra Tierra, extraño y solitario planeta en el Universo, no es eterna, depende de los humanos para que la continuidad de la vida sea posible y desconocemos su resiliencia.
Basura, según la Real Academia Española: Del lat. vulg. *versūra 'acción de barrer', der. del lat. verrĕre 'barrer'. Residuos desechados y otros desperdicios, restos, sobras, despojos, bazofia, escombro, barreduras.
por Alberto Golberg. Presidente FUCHAD