En los tiempos que corren, la “locura” solidaria todavía cuenta con porfiados militantes. Uno de ellos es el músico y poeta Ernesto Del Viso, quien desde mayo del ‘98 dirige el Grupo Vocal de Niños Ciegos de Santa Rosa, que acaba de presentarse en Córdoba en el Cuarto Congreso Internacional de la Canción Infantil Latinoamericana y del Caribe.
Publicada en agosto de 1999
Se trata de un conjunto de chicos de entre 3 y 8 años que se formó a partir de una idea presentada por Del Viso a la Escuela Especial Nº 1 con la convicción de que “la ceguera no es un límite”. Ad-honorem y con el apoyo de su mujer, Sandra, y de algunos padres, el proyecto se fue concretando para sorpresa de muchos: “no pueden creer que vayas a ofrecerte para algo así y gratis”, comenta hoy, mientras prepara los detalles para la grabación que próximamente realizará el grupo en un estudio profesional.
En realidad, no es la primera vez que Del Viso encara un proyecto de estas características. El grupo forma parte de un emprendimiento mayor iniciado hace varios años que, bajo el nombre de “Sonidos y palabras para conocer La Pampa”, cumplió su primera etapa con la edición, el año pasado, de un libro ilustrado por chicos de las escuelas 38 y 97 del barrio Los Hornos en base a textos de autores locales, y de un CD con canciones infantiles musicalizadas por él mismo, y que procura recuperar el cancionero infantil pampeano, desde los mismos niños.
Aunque al principio eran más, ahora son cuatro los chicos que se juntan todos los sábados de mañana para ensayar el repertorio. En ese instante se produce la alquimia: director y dirigidos se comunican con un lenguaje natural que supera las limitaciones de cualquier tipo. “Tengo una relación tan natural y normal con los chicos, que además es recíproca -cuenta Del Viso-, que en más de un momento ni me doy cuenta que son ciegos, al punto de hasta llegar a dirigirlos con las manos”. El resultado cosechó aplausos y reconocimientos en todos los lugares en que se presentaron, solos o junto al coro de las escuelas 38 y 97 de Los Hornos o al coro de niños del Centro Cultural de Trenque Lauquen.
“Son de una ductilidad tan grande que se adaptan rápidamente a todo, están adquiriendo un gran dominio del escenario y mostraron una sensibilidad y un dominio musical enormes”, se entusiasma el director. Pero más allá de lo musical, la relación afectiva entre los chicos y el músico es lo que empuja al proyecto cuando las cosas se empecinan en aparecer complicadas.
De sólo recordar la anécdota, Ernesto se ríe: cuenta que uno de los chicos mira los noticieros de la televisión para comentarle las noticias porque sabe que el director no tiene canales de cable. O se emociona: otro del grupo toca el teclado y grabó un caset con varios de los temas del repertorio, algunos compuestos por Del Viso, para regalárselos.
La noticia del trabajo que están haciendo en la escuela trascendió las fronteras de la provincia: dos ciegos que están en Devoto se enteraron por un periódico del trabajo realizado por los Del Viso y se comunicaron para ofrecerse a pasar todos los materiales a braille por el sistema de tablillas.
El Grupo Vocal de Niños Ciegos en su presentación en el 4º Congreso Internacional de la Canción Infantil Latinoamericana y del Caribe.
Las presentaciones del grupo vocal son una manera de romper prejuicios, de concretar la integración más allá de las palabras. “La integración tiene que ser una actitud de vida dice Sandra, que ahora trabaja con los chicos en un taller de títeres- y no la demagogia de decir 'juntemos a videntes y no videntes'; el vidente tiene que abrirse a comprender los códigos del ciego, tiene que ver tan normal a un vidente como a un no vidente”.
Un ejemplo de esta “actitud de vida” lo da toda la familia del director: en diciembre del año pasado, Juan Ernesto, el hijo mayor de Del Viso, se integró al coro para grabar “Pajaritos de color”, unos villancicos de saludos de fin de año que fueron difundidos por las radios de Santa Rosa; Sandra aprendió a escribir en braille para poder traducir los textos con que trabajan los chicos; Ernesto está contactándose con distintas instituciones de Buenos Aires para aprender un método braille de lenguaje musical.
Sandra y Ernesto se ganan la vida como docente ella y como empleado judicial él. No les son ajenos los problemas económicos de cualquier familia común, ni tampoco la escasez de tiempo. Pero la convicción de que es posible modificar la realidad aportando su grano de arena, los alienta a seguir adelante: “Los únicos que podemos cambiar esto somos nosotros, sacándolos a los chicos y mostrando que la ceguera nos es un límite”, dice Sandra. “Siento que ésta es mi historia, esto de la música y de seguir luchando”, remata Ernesto.
Las presentaciones
Como parte de las celebraciones programadas por la CPE durante el Mes de la Cooperación, el 30 de julio el Grupo Vocal de Niños Ciegos actuó en el salón del Concejo Deliberante de Santa Rosa durante la presentación del libro "Epopeyas Pampeanas" en sistema Braille, publicado por la editorial "Desde la Gente" del Instituto Movilizador Fondos Cooperativos con el apoyo de la CPE, la Escuela de Ciegos, la Asociación Pampeana de Escritores y la Subsecretaría de Cultura de La Pampa. En esa oportunidad, también se presentó la Orquesta de Cámara de la provincia dirigida por el profesor Enrique Mariani y el Coro dirigido por Amanda Garbarino. El 23 de julio, habían presentado en Buenos Aires el libro "Sonidos y palabras para conocer La Pampa" en una edición en braile realizada por las madre de uno de los chicos, en la Feria Internacional del Libro Infantil. El próximo 29 de agosto, en el Teatro Español de Santa Rosa, el Grupo Vocal de Niños Ciegos pondrá en escena los dos espectáculos que llevó al Cuarto Congreso Internacional de la Canción Infantil Latinoamericana y del Caribe.