¿Por qué la educación sexual es importante para la formación de los niños y adolescentes? Durante muchos años en Argentina no se pudo hablar sobre sexualidad y educación sexual, era un tema tabú teñido de prejuicios y referenciado al aspecto biológicogenital.
Publicada en febrero de 2001
Sin embargo la educación sexual es un concepto integral que abarca la totalidad de la persona desde su nacimiento hasta la muerte. Es un proceso de aprendizaje, con objetivos y estrategias de abordaje, tiene una intencionalidad educativa. La educación sexual implica integrar el amor, la comunicación, la información, la responsabilidad, lo sensual y erótico, el respeto por el otro/a, el placer, la procreación, etc.
¿Pero en qué lugar o espacio institucional se brinda educación sexual?
Si una persona es un ser sexual desde que nace el primer lugar es la familia, donde se le brinda cuidado, cariño, afecto; es el ámbito donde aparecen las primeras preguntas y curiosidades sobre el origen de los niños, las diferencias entre un sexo y el otro, etc.
En algunas oportunidades se responde con la verdad, en otras en forma evasiva y a veces no se responde. No es necesario realizar grandes conceptualizaciones sobre el tema que los niños mientras son pequeños no están en condiciones de comprender. Sí responder con la verdad, sin recrear historias de cigüeñas, repollos, semillas, etc., que distorsionan la realidad. Con un lenguaje claro y sencillo, con el toque de afecto que imprime el "me lo dijo mi papá" o "me lo contó mamá".
En la escuela
Al iniciar la socialización e incorporarse los niños a la escuela, ésta es otro ámbito de aprendizaje sobre la sexualidad. Si bien el tema está incluido en los contenidos curriculares, no siempre se brinda en forma sistemática. Algunos docentes lo tratan como pueden, de la manera que creen conveniente y en general requieren del asesoramiento de profesionales del medio (médicos, psicólogos, trabajadores sociales, etc.), pero no sistemáticamente y en el momento cuando los niños lo necesitan. A veces se realizan clases especiales o se remiten a teorizar sobre el funcionamiento del aparato reproductor femenino y masculino, disociados de otros aspectos que integran al individuo.
Considerando que la sexualidad atraviesa aspectos de la historia personal, mitos y prejuicios, conceptos distorsionados, etc. es imprescindible la formación específica sobre este tema entre los docentes.
Los niños y adolescentes también acceden a la información sobre sexualidad por sus grupos de pares o a través de los medios de comunicación (materiales impresos, videos, películas, Internet, etc.). Educación sexual se puede hacer desde cualquier lugar, aún sin hablar del tema, desde las actitudes familiares, los mensajes televisivos donde se reivindica la imagen corporal como objeto de consumo, o desde las instituciones educativas donde se suele desviar la mirada frente a manifestaciones concreta de la sexualidad de los adolescentes.
Diversas investigaciones sobre el tema demuestran que brindando una educación sexual adecuada y a tiempo, se pospone el inicio de las relaciones sexuales en los adolescentes. Es importante considerar seriamente a la educación sexual, pues muchas de las actitudes sexuales están determinadas antes de la pubertad. La sociedad a través de la familia y la escuela son las responsables en la construcción de estas actitudes.
(*) Dra. Enma R. de Yep y Lic. Eva Quevedo. Centro de Educación y Asistencia en Sexualidad (CEAS)