Las Comisiones de Familiares de Caídos en Malvinas y de Veteranos de Guerra, trabajan arduamente para que se realicen estos viajes llamados humanitarios, que se hacen sólo una vez al mes, porque los isleños no admiten el ingreso de aviones argentinos y se llega a la Islas con la compañía de aviación Lan Chile, que viaja sólo el segundo sábado de cada mes desde Río Gallegos.
Publicada en junio de 2000
El viaje
En mi condición de hermana de un aviador caído en Malvinas, el Vicecomodoro Rodolfo Manuel de la Colina, fui invitada a participar del viaje número 14 de familiares, que se realizó en el mes de febrero de 2000.
Los contingentes permanecen allí una semana, porque el avión vuelve el tercer sábado, esta vez desde Punta Arenas, para dejarlos nuevamente en Río Gallegos. Y además, por razones climáticas, se viaja solamente entre los meses de octubre y marzo.
Los contingentes se componen de 20 familiares (un representante de cada familia), un sacerdote y un enviado de Cancillería. El motivo fundamental del viaje es concurrir al Cementerio Argentino de Darwin, donde se realizan misas de campaña, pero igualmente se recorre Puerto Argentino, sus alrededores y los lugares de batalla, considerando especialmente donde han caído los familiares que integran el contingente y los lugares que el grupo manifiesta interés en conocer. El viaje desde Río Gallegos es de apenas una hora (aproximadamente 500 kms.) y sorprende que al llegar a la isla la voz del comandante del avión advierta que está prohibido sacar fotografías desde el aire y en tierra, en razón que se desciende en un aeropuerto militar. Efectivamente, nuestro arribo es a la base de Mount Pleasant y una vez en el hall de desembarco, y antes de retirar el equipaje, dos militares que se expresan en inglés, dan a conocer a los pasajeros cuáles son las restricciones de circulación, porque aún existen zonas minadas y advierten que no pueden ser llevados los pertrechos ni los restos de armas o elementos de guerra que puedan encontrarse en los campos.
Puerto Argentino
Para los isleños es Puerto Stanley. Y es todo muy inglés. Desde los vehículos con el volante a la derecha, circulando por la izquierda, hasta las casas, típicamente inglesas, pasando por la religión mayoritaria, que es la anglicana (también hay una iglesia católica), la libra esterlina, las calles con nombres que recuerdan sus héroes, y por supuesto el idioma: se escucha sólo ingles. Actualmente viven alrededor de 2000 personas en las Islas y una cifra similar en la base militar de Mount Pleasant. Hay ocho generaciones de isleños con antepasados ingleses y escoceses y viven también galeses, irlandeses, chilenos (aproximadamente un 2% de la población) y santaelenos. Los inmigrantes de Santa Elena, la isla de la costa africana adonde fuera confinado Napoleón, constituyen el 10% de la población y se dedican generalmente a las tareas domésticas y de servicios. Solamente una veintena de argentinos habita en las Islas. Es una ciudad muy limpia y cuidada con todas las características de nuestras pequeñas ciudades de provincia, donde todos se conocen y saludan. Debo decir que a nosotros también nos saludaban. Se desarrolla a lo largo de la costa y tiene manzanas y calles muy irregulares y onduladas, siguiendo la topografía del terreno. Muchas casas son prefabricadas, importadas desde Dinamarca, con las características de las construcciones inglesas, tipo chalet de dos plantas, a las que pintan de distintos colores con pinturas aislantes. Por dentro son totalmente alfombradas, muy calefaccionadas y confortables.
Hay ocho generaciones de isleños con antepasados ingleses y escoceses y viven también galeses, irlandeses, chilenos y santaelenos. Solamente una veintena de argentinos habita en las Islas. Es una ciudad muy limpia y cuidada con todas las características de nuestras pequeñas ciudades de provincia, donde todos se conocen y saludan.
No se ven automóviles (recordamos haber visto apenas media docena), perros, ni personas de mucha edad. Puerto Argentino es asfaltado y la ruta que va al aeropuerto también, pero el resto del terreno admite sólo vehículos de doble tracción (que poseen la mayoría de las familias), ya que se mueven por huellas que ellos mismos han marcado o a campo traviesa. En cuanto a los perros, deben permanecer dentro de cada propiedad y si los sacan a pasear deben ir con correa y vimos uno solo. Existe en una parte de Puerto Argentino un grupo de casas destinadas a personas de la tercera edad, individuales pero conectadas entre sí y asistidas por personal de servicio y enfermería. Pero cuando las personas tienen problemas de salud, las derivan a Inglaterra, porque en las Islas no hay medicina de alta complejidad.
En la ciudad hay un colegio primario y otro secundario y en el campo funciona un sistema de maestros rurales y educación a distancia a través de la radio, con el apoyo periódico de los maestros rurales. La educación terciaria la cursan en Inglaterra y toda la enseñanza, incluso la terciaria, es gratuita.
El ingreso per cápita de los isleños es muy elevado, pero también lo es el costo de vida. Una paquete de cigarrillos cuesta $ 5, un rollo de fotografías $10 y un jean $100 y muchos de ellos compran en Inglaterra por catálogo. Lo más económico es la carne de cordero (que hay en exceso), ya que un animal entero cuesta $35 mientras que un pollo pequeño congelado vale alrededor de $13. La mercadería viene de Chile, dos veces por semana, o de Inglaterra una vez por semana, y la fruta y la verdura son muy caras y escasas. Lo que se consume habitualmente es cordero, pato o pescado.
El entretenimiento de los jóvenes es la concurrencia a los pubs, que cierran estrictamente a las 23 horas, y los adultos suelen cenar en los hoteles. El único cine existente está en la base militar y hay un cibercafé que cobra aproximadamente $5 los quince minutos de conexión a Internet. En cuanto a los canales de televisión se ven la CNN, el Discovery Channel y TNT y actualmente ya hay muchos hogares conectados a la red. En cuanto a los deportes, practican la pesca, el fútbol, jet sky, carreras de caballos y también golf.
Isla Borbón: Monumento en memoria a los aviadores caídos en el lugar.
Vicecomodoro Rodolfo Manuel de la Colina
Fue el oficial más antiguo de las tres armas muerto en combate. Era el Jefe del Escuadrón Fénix, compuesto por pilotos civiles y militares, que realizó en medio de la guerra arriesgadísimas misiones de diversión (que no tienen nada que ver con lo que uno imagina) sin contar con armamento a bordo, "pinchando" el radar del invasor y obligando a despegar una y otra vez, inútilmente, a los interceptores enemigos.
Cumplían todo tipo de tareas, como traslados entre bases, misiones de desgaste de los cazas ingleses, ya mencionadas, exploración, reconocimiento y fotografía aérea de la ubicación de la flota, de los efectivos ingleses, de otras pistas de aterrizaje en las Islas, y de lugares que pudieran ser de interés para el uso de nuestras tropas.
El sistema utilizado era muy ingenioso: se enviaba un Lear-Jet (no un avión de combate) previa coordinación con la isla, para aterrizar en Malvinas; mientras se aproximaba sacaba fotografías y cuando estaba próximo al aterrizaje regresaba al Continente, simulando una falla, se lo reemplazaba por otro igual que volvía a la isla, pasando la inspección más rigurosa por parte de los ingleses.
El día 7 de junio de 1982, cumplió la que sería su última misión, que consistió en la búsqueda de aviones Harrier enemigos, que se suponía ya operaban desde tierra y era necesario detectar las zonas donde tenían sus plataformas de lanzamiento. En un Lear-Jet de la Fuerza Aérea inició el vuelo, que se realizaría a 13.000 metros de altura, junto a otro avión de las mismas características, pero civil. Ya próximos a la Bahía de San Carlos y casi al mismo tiempo, la tripulación de los dos aviones detectó que les habían lanzado dos misiles e iniciaron un brusco viraje para volver a la base. El avión del Vicecomodoro de la Colina, a quién acompañaban el Mayor Falconier, el Capitán Lotufo, el Suboficial Ayudante Luna y el Suboficial Auxiliar Marizza, fue impactado por un misil Sea Dart y cayó sobre la Isla Borbón, falleciendo sus cinco tripulantes.
Extractado del libro "Halcones sobre Malvinas" del Cap. Pablo Marcos Carballo.
* María Isabel de la Colina de Muñoz es hermana del Vicecomodoro Rodolfo Manuel de la Colina, aviador caído en Malvinas.
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