La presión arterial es la fuerza que imprime el corazón para que la sangre fluya a través de las arterias. La misma se considera normal en un régimen de 120/80 mmHg y decimos Hipertensión Arterial (HTA) cuando las cifras son iguales o superiores a 140/90 mmHg.
Publicada en enero de 2020
¿Por qué el Programa de Detección Precoz y Tratamiento de la HTA? La Organización Mundial de la Salud afirma que las enfermedades cardiovasculares producen 17.9 millones de muertes por año (siendo la primera causa de muerte), de las cuales 9.4 millones son provocadas por la HTA. Estas cifras la definen como el principal factor de riesgo independiente para padecer y morir por un evento cardiovascular en forma prematura. Además, es la segunda causa de discapacidad en el mundo. La prevalencia es del 30 % en la población mayor de 18 años y aumenta aproximadamente al 50 % a partir de los 50.
En Argentina, una de cada tres personas es hipertensa y no lo sabe. La explicación más probable es que, pese a ser una patología crónica, no presenta síntomas claros y no se manifiestan durante mucho tiempo, lo que provoca la falta de diagnóstico. Una consecuencia directa es que uno de cada cuatro hipertensos no cumple las metas del tratamiento. Estos datos explicarían la alta morbimortalidad.
Si la consideramos un factor de riesgo independiente de cualquier otro (por ejemplo colesterol, diabetes, obesidad, etc.), se transforma en la más importante para provocar un accidente cerebro vascular (ACV), infarto agudo de miocardio, arritmias cardíacas, insuficiencia cardíaca y renal, enfermedad vascular periférica, déficit cognitivo y muerte. Los episodios de enfermedades cardiovasculares en alguien con HTA tienden a manifestarse alrededor de cinco años antes que en las personas con presión arterial normal. Por eso considerando que la HTA genera muy pocos síntomas, es conveniente que, cuando se concurre a un consultorio por cualquier motivo, se controle la presión arterial.
¿Cuál es el origen? La causa del 90 al 95 % de los hipertensos reconoce una etiología genética ambiental multifactorial; el antecedente familiar está presente entre el 35 y 50 % de los casos, de acuerdo con diferentes estudios. ¿Cual es la buena noticia? Si bien hoy es una enfermedad incurable, sus tratamientos son tan eficaces que todos los riesgos mencionados se minimizan y un paciente hipertenso puede desarrollar una vida plena y alejada del riesgo que la misma presenta.
La prevención pasa por cambios de hábitos de vida: búsqueda del descenso de peso corporal y una alimentación saludable; reducción del consumo de sodio; aumento del consumo de alimentos con potasio (frutas y verduras); aumento de la actividad física; reducción del consumo de alcohol; no fumar; tratamiento farmacológico.
En perspectiva, la tasa de Hipertensión Arterial aumentará en los próximos años debido al crecimiento de la población mundial y al aumento de la expectativa de vida. Estas tendencias adversas serán compensadas por las mejoras en la prevención, la mayor conciencia de la enfermedad y su tratamiento.