María Eva Sanz, creadora de la Asociación Mutual Grupo Buenos Ayres, dictó una capacitación contra todo tipo de violencias en la CPE. Durante dos jornadas abordó la compleja problemática, combinando en su presentación aspectos ideológicos, históricos, económicos, sociales e individuales. “Nada justifica actitudes violentas, y no se pueden avalar ni permitir, en ningún ámbito, y menos en organizaciones solidarias como cooperativas o mutuales”, fue una de las síntesis.
“Muy contenta y satisfecha, realmente la experiencia es muy intensa en cada ocasión de este tipo”, señaló al final del encuentro, donde destacó la vitalidad de la CPE “después de casi cien años de historia”. Agradeció la confianza de la cooperativa en la Mutual Buenos Ayres y subrayó la trascendencia que ha tenido la decisión de crear el Equipo de Aplicación del Protocolo (EAP) para abordar situaciones de violencia de todo tipo y, sobre todo, trabajar en la prevención.
Sin violencias
Casi 80 trabajadores varones, organizados en cuatro grupos, asistieron durante dos jornadas a una intensa capacitación en Los Pioneros. La tarea, impulsada por el EAP, convocó a consejeros, gerentes, subgerentes, coordinadores, jefes de sector y trabajadores en general de diversos sectores. La heterogeneidad y complejidad de la CPE, con más 500 trabajadores que se desempeñan en públicos y esenciales, “no representan en absoluto una escala de empresa que no pueda establecer vínculos laborales de respeto, sin violencia de ningún tipo” afirmó Sanz.
Sanz profundizó sobre una serie de conceptos para generar conciencia alrededor del ejercicio de actitudes que pueden considerarse violentas. La violencia de los varones contra las mujeres, niños/as y adultos/as mayores, y las diversidades; la violencia de los varones contra los propios varones; y la violencia contra sí mismos, son formas que responden a una serie de variantes de un modelo sociocultural complejo, con varias dimensiones no lineales, y una ideología basada en pautas del patriarcado que ha modelado y transformando en hábitos naturalizados formas vinculares violentas. La violencia individual, con formatos en las propias familias; la violencia en la comunidad (escuelas, clubes, iglesias, cooperativas, etc.) quedan comprendidas en esa construcción sociocultural histórica.
No obstante, con más estudios y capacitaciones permanentes, surgen alternativas para contrarrestar las distintas formas que toma la violencia en los más diversos ámbitos. “Muchas de las transformaciones se inician desde lo individual, revisando y modificando actitudes y formas que pueden parecer menores, pero que no lo son”. Esas actitudes nuevas y transformadoras pueden devenir, a través de un modelo interactivo y multidimensional, en la conformación de vínculos más sanos y duraderos.
En el cooperativismo también
El modelo cooperativista y mutual solidario en Argentina no escapa a situaciones cuestionables que deben ser revisadas y superadas. La diferencia conceptual entre “conflicto” (como diferencias de opinión en un tema) y “violencia” (como método para “resolver” esas situaciones), debe ser clara porque esta última no puede tener justificativos en una entidad solidaria y cooperativa, donde lo que trasciende a la institución son las miles de familias que reciben sus servicios; “de alguna manera los protocolos vigentes pretenden profundizar conceptos y conocimientos que, por ejemplo, diferencien lo que es ‘poder’ de lo que es el ‘abuso de poder’; y en ese marco la perspectiva de género debe ser lo naturalizado para manejarse en la vida interna de la organización solidaria”, remarcó.
También se refirió a la importancia de entender los contextos en que se presentan algunas situaciones conflictivas y sus posibilidades de resolución “pacíficas”. “Los contextos no son imaginarios, son construcciones que se dan de manera global pero también en forma circunstancial y con dimensiones más pequeñas, pero que no podemos perder de vista”.
La capacitación se desarrolló en formato taller, donde los distintos grupos fueron abordando conceptos teóricos y expusieron situaciones particulares reales y formas de resolución de los conflictos entre trabajadores, con distintos roles en la institución, pero también en situaciones familiares o sociales.
Actualidad
Consultada por el actual panorama político donde crece el miedo a la “pérdida de derechos ganados”, con una fuerte impronta del gobierno nacional, Sanz dijo: “Podría tener una visión fatalista pero en realidad creo en la humanidad de la persona y en la resistencia colectiva para impedir el retroceso de derechos ganados en Argentina; nuestra sociedad ha dado muestras en este sentido y va a defender lo ganado”.
Trayectoria
María Eva Sanz es licenciada en Trabajo Social, especialista en violencia familiar, psicóloga social, capacitadora en técnicas operativas del Instituto Intercultural para la Autogestión y la Acción Comunal (España); es socia fundadora y actual presidenta de la Asociación Mutual Grupo Buenos Ayres, y fue integrante del equipo de asistencia a varones que ejercen violencia en el Hospital Álvarez (CABA) hasta 2017. Actual docente del posgrado en Especialización en Violencia Familiar de la Universidad del Museo Social Argentino, entre otras numerosas especializadas.