La CPE es una entidad forjada a base de compromiso militante. Desde aquellos pioneros de los años '30 hasta nuestros días, hombres y mujeres consecuentes con los ideales solidarios y los principios humanistas del cooperativismo, transitaron este modelo de construcción social. Entre ellos destaca la figura de Antonio Skara. Así quedó demostrado el pasado martes 26 de marzo, cuando se le rindió un justo homenaje a diez años de su fallecimiento.
Publicada en abril de 2019
El espacio cultural junto a la Placita de los Abuelos, es conocido por la gente. Allí funcionó hace años la venta de los productos Yapay, luego las primeras cabinas telefónicas de CPEtel, después la Editorial Voces y varios de los talleres de capacitación. Se suman periódicamente la presentación de libros y exposiciones artísticas, o los encuentros de capacitación del personal de la CPE. Es un lugar lleno de vida y movimiento: un espacio justo para rendir un homenaje permanente a Antonio.
Ese martes no faltaron familiares, amigos y muchos compañeros de militancia que recordaron su trayectoria con afecto. Antonio fue dos veces presidente de la CPE: primero entre 1997 y 1998 y luego desde octubre de 2006 hasta su fallecimiento, el 26 de marzo de 2009, en un siniestro vial sobre la ruta 5, cuando se dirigía a una reunión con asociados de Uriburu, después de haber participado en un acto en la UNLPam.
Alfredo Carrascal, actual titular del Consejo, reivindicó a Skara como “un militante a tiempo completo” del cooperativismo y de las causas populares. También remarcó su accionar como “un entusiasta impulsor de grupos autogestionados y emprendimientos productivos”. Su figura, señaló, se engrandece en estos tiempos de neoliberalismo a ultranza.
Minutos después los familiares directos de Antonio, su compañera Sandra Nieto, y sus hijos Alejandro, Leandro y Leonella, quitaron el lienzo que cubría una placa de homenaje, momento que resultó altamente emotivo.
“Y la vida es así”
Armando Lagarejo, secretario de Educación Cooperativa, leyó un poema de Pablo Fernández, poeta, y presidente de la CPE durante varios años.
Y la vida es así, querido Antonio
vos nos lo señalaste, justamente,
con la paciencia en la que no cabías /
y la ternura que no te acertaban
cuando atrevimos a corregir el mundo pequeñito, /
condómino y cercano.
Teníamos, además, tal compromiso
los que sobrevivimos al naufragio
y a los que el mundo occidental
tampoco pudo condimentar lo miserable /
del sálvese quien pueda,
codicioso, o una sangre de avaros traficantes.
Nos convocaba el sol cooperativo
y en un cielo de usura y de cipayos
agitamos blasones comuneros y buena minga,
del talento amauta
con la que los abuelos continentes habían leudado
para el pan de todos.
Y fue la vida así
la que pudimos condimentar acaso /
con la euforia de los que abjuran
de los resignados,
de los que apuestan a las convicciones
o pueden enfrentar a los venales /
y hacerles hocicar sus tropelías.
Ojalá haya servido para que alguien /
años más tarde comprendiera, tarde,
que la resignación frente al cadalso /
nunca sirvió para evitar el crimen,
y que el hombre traiciona
si sosiega los nobles vientos que heredó, atávicos,
o para que la vida,
si no emplaza aunque sea un mojón de cardinales,
o un puñado de piedras apachetas,
para el perdido que buscaba arcadias.
La intuición,
dice el cazador atento
que no es imprescindible la espesura
y que la presa se delata sola
cuando en el medio del monte rompe ramas.
Antonio, será así,
con la firmeza de los que no relegan paradigmas
y también, por qué no,
con la ternura de los que amasan para el pan de todos.
Un retrato de Juan Harb
En la sala destaca un retrato de Antonio, del artista plástico Juan Harb que lo ubica dentro de su obra general como parte de los innumerables dirigentes, militantes y referentes de las causas populares de América Latina. El mismo Harb caracterizó a Skara, en sentidas palabras, como un obrero militante. El cierre artístico quedó a cargo de Juani De Pian y Mauricio Flores quienes interpretaron el tema “Más del barro”.
Dando marco a un acto cargado de emociones y reconocimientos, participaron junto a los dirigentes de la CPE y familiares de Antonio, autoridades de la Universidad Nacional de La Pampa, funcionarios de la Municipalidad de Santa Rosa y ediles del Concejo Deliberante, además de dirigentes de varios sindicatos, organizaciones sociales y de organizaciones de derechos humanos.
“Un hacedor...”
El profesor Oscar Nocetti, integrante de aquel grupo original de la Lista Celeste junto a Skara, lo recordó también con mucho afecto:
“Las diferencias que dispensa la buena o mala fortuna deben desaparecer ante la tumba; la nobleza que distinguió la conducta de un ser humano, no. Antonio Skara era una persona buena y noble. Nos entristece habernos quedado con la memoria de sus virtudes y sin la generosidad y mansedumbre que emergían de su presencia.
Antonio ingresó a la CPE con un overol de soldador de calderas y partió ocupando la Presidencia. Fue un hacedor e impulsó proyectos productivos. Disfrutó de la apicultura y contribuyó a unir a los emprendedores para que pudieran defender el precio de sus productos.
La partida de Antonio fue un naufragio. Repentino, inesperado y doloroso. Pero el mejor de nosotros nos cerró las heridas con la gratitud que siempre nos acompañará por haberle conocido”.
El algarrobo Antonio
En el patio interno del Consejo de Administración crece un algarrobo, tal como lo muestra la fotografía que viste el salón cultural. Comúnmente lo mencionamos como el algarrobo Antonio porque fueron los compañeros de la Cooperativa Las Varillas, Córdoba, quienes lo trajeron especialmente como homenaje, días después de su fallecimiento.
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