A lo largo de su historia, la CPE fue pionera en muchísimas ocasiones. En 1949, fue la primera cooperativa en el país que amplió sus servicios más allá del lugar de nacimiento, al extender la provisión de electricidad a Toay. Ese año se adquirió la finca en la que funcionaría en la localidad. “Pedrucho” Tamborini sería por años el responsable de mantener el servicio en funcionamiento, incluso en las condiciones climáticas más adversas.
Publicada en agosto de 2018
Dentro de un año, en agosto de 2019, se cumplirán 70 años de la Cooperativa Popular de Electricidad en Toay. El día 17 de ese mes, en 1949, la joven cooperativa santarroseña se hacía cargo de la distribución del servicio eléctrico en la vecina localidad.
La llegada de la CPE a Toay fue promovida por los mismos vecinos toayenses, que venían padeciendo, al igual que los santarroseños, la falta de compromiso con el pueblo de parte de la Compañía Sudamericana SUDAM.
Hacía 14 años que la ciudad capital de la provincia había logrado poner el servicio eléctrico en manos cooperativas, luego de unos cuantos años de puja política y comercial entre vecinos, autoridades y la empresa de capitales norteamericanos, que además de cobrar muy cara la energía, ofrecía un servicio que no estaba acorde con el crecimiento y las necesidades de la comunidad.
En Toay, venía sucediendo algo parecido. Era, junto con Lonquimay y Santa Rosa, una de las más de cien ciudades argentinas donde prestaba sus servicios la SUDAM. Lo hizo en Toay durante 20 años; desde 1922, cuando instaló un generador durante la intendencia de Carmelo Gugliota, hasta 1942, año en que venció su contrato de provisión.
En esas instancias se generó un incipiente movimiento popular que impulsaba el suministro por parte de la cooperativa de Santa Rosa. Los elevados costos que imponía el tendido de una línea eléctrica entre ambas localidades demoraron este paso. La CPE, entonces, consideró la adquisición de un generador a la misma concesionaria.
Según las actas institucionales de la CPE, en 1945, durante la presidencia de Alfonso Corona Martínez, se definió un plan de expansión de la cooperativa, que incluía la extensión del servicio de provisión eléctrica a la localidad de Toay, además de la ampliación, en Santa Rosa, de la fábrica de hielo.
En marzo de ese año se aceptó una propuesta del Ministerio de Guerra de Nación, y la cooperativa elaboró un contrato para la provisión de energía a los cuarteles del Regimiento 13 de Caballería de Toay, con un consumo anual estimado en 40.000 kilovatios. Ese contrato se firmó durante julio.
En 1946 la Municipalidad y vecinos de Toay realizaron gestiones ante el Poder Ejecutivo de la provincia para que la cooperativa de Santa Rosa suministrara energía eléctrica a la población. En abril de 1949 se resolvió la compra de la finca para que funcione la cooperativa en Toay. Finalmente el 17 de agosto de ese año fue el día de la inauguración del suministro eléctrico a Toay, un logro de gran trascendencia social para los vecindarios de ambas poblaciones. Esto convirtió a la CPE en la primera cooperativa en el país que amplió sus servicios más allá del lugar de nacimiento.
Como responsable de la CPE en Toay se designó a Pedro “Pedrucho” Tamborini, un joven que comenzara su actividad en la usina local, cuando al frente de ella se desempeñaba Avelino Faustino Rodríguez, quien en 1935 integró el primer plantel de operarios de Juan Savioli, cuando en Santa Rosa, la cooperativa comenzó a generar electricidad en reemplazo de la Sudam.
A pocos meses de que la entidad solidaria se hiciera cargo del servicio, con gran alborozo, el vecindario de Toay recibió, el 1 de diciembre de 1949, la extensión del servicio de energía durante las 24 horas.