El sábado 29 de octubre la Asamblea Ordinaria aprobó la Memoria y Balance correspondiente al Ejercicio Económico y Social Nº 90. En el habitual informe de Presidencia, el titular del Consejo de Administración, Alfredo Carrascal, sintetizó la Nota a los Asociados y Asociadas que encabeza la publicación gráfica y digital de ese documento, que da cuenta de lo realizado por la CPE entre el 1 de julio de 2021 y el 30 de junio de 2022, así como el estado de su situación económica al término de ese período. Aquí se transcribe el texto completo.
Nos encontramos una vez más en vísperas de la Asamblea Anual Ordinaria, que tradicionalmente y por razones estatutarias le CPE celebra cada año durante el mes de octubre. Es la oportunidad de conocer de manera certificada la situación patrimonial de nuestra cooperativa. Así como también hacer un corte temporal a fin de medir el resultado de un año de gestión.
Sostener la regularidad de los actos institucionales es en sí mismo motivo de satisfacción para esta conducción. Analizar el funcionamiento de la cooperativa en general y de cada uno de los sectores en particular, una razón más para confiar en el sistema solidario en general y en el funcionamiento de nuestra CPE en particular.
Se observará que varios sectores exponen con crudeza las consecuencias de los retrasos tarifarios en los servicios regulados. No es una novedad. Lo venimos exponiendo sistemáticamente sin obtener una respuesta que garantice el equilibrio de las finanzas de los servicios, tal como estipulan los convenios de concesión del servicio eléctrico y como indicaría el manual del buen funcionario en los servicios de telecomunicaciones.
El ritmo inflacionario es otra de las razones que explican gran parte de los déficits de algunos sectores. Las cooperativas corren siempre por detrás, al ajustar los cargos y efectuar los reclamos de tarifas, siempre con datos históricos. Es una debilidad del sistema, que queda al descubierto en períodos de altísima inflación como el que estamos atravesando.
Un dato alentador es la recuperación lenta pero constante del consumo eléctrico y de las demandas de internet. Sabido es que en períodos “normales” el aumento del consumo ha venido en auxilio de los retrasos tarifarios. De cualquier modo, la “sensación“ que se vive con los servicios públicos, tanto de distribución eléctrica como de telecomunicaciones, es que las empresas prestadoras —particularmente cooperativas y pymes— estamos a expensas del arbitrio de los funcionarios de turno.
La situación con el ENACOM es la más preocupante. Ya que desde que se declararon servicios públicos en competencia y sujetos a regulación los servicios de internet y televisión por cable, las cooperativas venimos respetando las actualizaciones autorizadas y éstas no han acompañado el proceso inflacionario. En contraposición, la competencia, merced a recursos judiciales, manejan sus tarifas de acuerdo a sus necesidades.
La situación antes descripta perjudica doblemente a las prestadoras de la economía solidaria. Por un lado, porque lo recaudado no alcanza para atender a la demanda constante de inversiones —la mayoría en dólares— que requieren los servicios, lo que viene comprometiendo las previsiones y un clima general de incertidumbre que no propicia el crecimiento y la modernización del servicio. Por otro lado, la competencia, eludiendo la regulación, se ha capitalizado de acuerdo a sus necesidades y ambiciones, y hoy se encuentra mucho mejor posicionada para competir con las cooperativas, en condiciones absolutamente desventajosas para quienes venimos sosteniendo a la economía social como una forma más humana del capitalismo. Tal vez la única.
Aún así, con toda la incertidumbre detallada, la CPE ha seguido invirtiendo en servicios y capitalizándose como lo muestran sus números. Hay sectores que históricamente han sido deficitarios y otros que han empezado a serlo. Algunos que arrojaban excedentes que permitieron un crecimiento acelerado del servicio, como la televisión por cable, hoy se suman a la lista de los que no muestran equilibrio. Todo esto se expone de manera explícita en los cuadros correspondientes.
Es importante resaltar que en la cooperativa no se ha perdido un solo puesto de trabajo y que ninguna conquista laboral se ha puesto en riesgo. Que próximamente se dará comienzo a las obras para dotar de redes de telecomunicaciones a la localidad de Anguil. Que se ha podido dar continuidad a las obras previstas en cada una de las interconectadas. Que las obras de fibra en el centro de la ciudad capital, se encuentran prácticamente terminadas. Que es óptimo el estado general del parque automotor.
Las actividades de los talleres de la CPE se han retomado en su totalidad luego del periodo de cuidados extremos que impuso la pandemia. Lo mismo anotamos respecto de la Biblioteca Popular “Domingo Gentili” y los eventos en la Usina.
Venimos trabajando solidariamente para que nuestras asociadas y asociados puedan gestionar los subsidios del servicio eléctrico, que determina la política de segmentación tarifaria. Los avances y retrocesos en su implementación no han traído más que inconvenientes. Las consecuencias de las quitas se verán reflejadas en el próximo ejercicio.
Consejo de Administración de la CPE