El territorio que abarca nuestra provincia esconde misterios que cada tanto afloran con fuerza, movilizando la curiosidad y el asombro de los propios pampeanos. Personas y personajes, hechos que influyeron y decidieron la historia, fechas, lugares, sueños y frustraciones, que pueblan nuestra geografía, suelen ser rescatados desde el anonimato por el arte de quienes sienten profundamente la necesidad de conocer más esta tierra y su gente.
Publicada en mayo de 2001
¿Cuántos pampeanos han escuchado mencionar al "Cerro de los Viejos"? Y más aún: ¿cuántos lo conocen y disfrutan de su existencia? Uno de los valles transversales del departamento Caleu Caleu, en el sudeste de La Pampa, lo cobija y, según los que lo conocen, vale la pena verlo estallar lleno de colores en los cálidos meses de la primavera o los tórridos del verano.
El Cerro de los Viejos, Curá Lauquén (Laguna de Piedra) o Curacó (Aguada de Piedra), se halla aproximadamente a mitad de camino en la travesía que separa al relativamente fértil valle de Hucal, del paraje conocido como Paso Alsina sobre el río Colorado. Es un afloramiento rocoso que se yergue en medio de una gran hoyada. A diferencia de lo que ocurre en los arenosos y gredosos terrenos circundantes, su naturaleza granítica impide la infiltración del agua de lluvia: esta escurre por las laderas, encauzándose progresivamente en forma de pequeños torrentes que buscan el nivel de base.
¿Ingeniería araucana?
Los araucanos poblaron gran parte de la pampa central pero también lo hicieron en esta zona del sudeste; acaso sean ellos mismos los responsables de las misteriosas construcciones de piedra. La zona límite entre el caldenar y el monte bajo es de poca lluvia (400 mm anuales). Ante la necesidad de agua, los naturales poblaron el cerro y se valieron de la impermeabilidad del granito para hacer diques de piedra en sus quebradas transversales aprovechando los arroyos temporales en épocas de lluvia.
De acuerdo a los estudios citados por los legisladores (investigaciones hechas por los licenciados Ernesto Piana y Alicia Tapia, entre otros), seis son las represas, cuatro separadas y dos funcionando en unidad, una tributaria de otra inferior. Ambas reciben además de agua de lluvia, los caudales de un ojo de agua natural.
Se trata de diques de rocas lajas perfectamente encastradas y en doble pared que aprisionan un centro de tierra apisonada, lo que los convierte en excelentes embalses. Advertidos los aborígenes de las potencialidades que brindaba tal fenómeno, lo aprovecharon. Levantaron estas barreras de piedra y tierra que represaban las aguas en donde la topografía lo tornaba aconsejable.
Si bien su apariencia es rústica, es evidente que se trata de obra de gente con experiencia en estas construcciones. Lo indican su magnitud, el mayor cuidado tomado en procurar un buen calce entre las rocas que componen la porción basal del frente interno y sus emplazamientos.
Caudal
La efectividad de las represas queda demostrada con la simple mención de estas cifras: según cálculos conservadores, la mayor pudo haber embalsado alrededor de 900 mil litros de agua, y la cuarta unos 540 mil. Informaciones de pobladores actuales y cálculos efectuados sobre la base de las estadísticas meteorológicas disponibles, indican que esa cantidad de agua pudo haber sido reunida con lluvia de mediana intensidad.
Es válido recordar que 1 mm de lluvia caída sobre una hectárea representa 10 mil litros de agua, que la cuenca de alimentación de la represa 2 abarca más de tres hectáreas, que en la zona son perfectamente posibles -si bien espaciadas- descargas pluviométricas de 50 y más milímetros. Aún si se calcula en exceso una pérdida por infiltración del orden de un 30%, se obtiene una cifra que supera largamente el contenido posible de la represa en cuestión.
El hecho de que varias represas estén derruidas -aún en lugares reforzados- en forma coincidente con el mayor ahondamiento de los cauces de los torrentes, constituye signo inequívoco de la masa y la violencia de las avenidas de agua en oportunidad de las lluvias a que se hace referencia.
Construcciones de tal tipo y magnitud eran totalmente desconocidas hasta el momento en La Pampa. El problema de su autoría cuenta para resolverlo con dos argumentos: uno arqueológico y otro documental.
Rastros de utilización, lascas de desecho, etc. del tipo que recibe de los arqueólogos el nombre "industria Norpatagoníense". Su antigüedad puede estimarse entre algunos siglos y unos pocos milenios. Pero no es posible suponer que hayan sido los autores de las represas: la cantidad de agua embalsada excede las necesidades de grupos familiares aislados, como los que pudieron encontrar su sustento en los recursos naturales próximos al cerco. Si se tienen en cuenta las posibilidades brindadas por la tecnología aborigen conocida, aquella capacidad supera los requerimientos aun en el caso de pensar que los grupos indígenas allí presentes eran conocedores del cultivo.
Lugar histórico
La Cámara de Diputados declaró lugar histórico provincial al lugar . En realidad la sesión ordinaria del 22 de marzo pasado fue el corolario de un extenso trabajo de investigación que aportó fundamentos para llegar a la citada conclusión, por unanimidad. El proyecto fue presentado en 1999 por los legisladores Rogelio Crespo (su mandato ya concluyó) y Oscar Santamarina quien ofició como vocero de su bancada en el momento de la aprobación del proyecto.
¿Cómo llegar?
El Cerro está a unos 250 km. al sur de Santa Rosa. Para llegar hay que seguir la ruta nacional 35, pasar por el paraje Padre Buodo, hasta la intersección con la ruta nacional 154. Desde este lugar, se continúa hacia el sur hasta alcanzar el cruce con la provincial 30. Desde aquí, hacia el oeste, se recorren unos 30 km y allí se dobla por la ruta Prov. Nº 9, 16 km al sur.
En la currícula
El artículo 3º de la Ley establece que el ministerio de Cultura y Educación provincial incluirá dentro de la currícula el tema "Yacimiento Arqueológico Cerro de los Viejos", cartografía, mapas, investigaciones y antecedentes para su conocimiento y posible visita. Asimismo, el lugar deberá incluirse en los circuitos turísticos de la provincia.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
1) “Yacimiento Cerro de los Viejos”, Lic. Ernesto L. Piana.
2) “Arqueología Histórica de Asentamientos Aborígenes del Siglo XIX en el Sur de La Pampa”, Lic. Alicia H. Tapia y Rafael Curtoni.
3) Suplemento Caldenia 12/03/2000 “El Misterioso Cerro de los Viejos”.
4) Fotos: gentileza Juan Pablo Morisoli.