No se trata de una cuestión meramente ornamental. El arbolado urbano forma parte de lo que, en urbanismo, se define como “infraestructura verde”[1] y es un elemento fundamental para la calidad de vida de los habitantes de las ciudades. En Santa Rosa, la falta de planificación, el mal manejo y la escasa conciencia ambiental tienen como resultado que, en un amplio sector de la ciudad, hay apenas la mitad de los árboles recomendados. Así lo muestra un estudio realizado por la ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente, María Sol Rossini, con quien dialogamos para este artículo.
La investigación, con el título “Diagnóstico del arbolado urbano de alineación en la zona céntrica de la ciudad de Santa Rosa, La Pampa”[2], es la primera en analizar específicamente este aspecto. Entre noviembre de 2020 y febrero de 2021, Rossini relevó la cantidad, tipo y estado de los árboles de las veredas del centro santarroseño, el área delimitada por las avenidas Luro, España-Uruguay, y las calles Olascoaga y Alsina-Alvear. Lo que encontró está lejos de lo que sería deseable según los estándares para considerarla una “ciudad sostenible”, es decir, que garantice los derechos sociales, económicos, pero también ambientales de la comunidad, garantizando una buena calidad de vida a sus habitantes actuales sin comprometer la de las generaciones futuras.
Pero incluso dista mucho también de los mínimos recomendados por la propia ordenanza municipal 4860/2013, que prevé una cantidad de 20 árboles o más por cuadra. Apenas el 6% de las cuadras del centro de Santa Rosa tienen esa cantidad y el promedio general es de 12 ejemplares cada 100 metros, aunque hay cuadras en las que directamente no hay ni uno. “Si se colocara la cantidad de árboles recomendada –señala el estudio– debería haber un total de 9960 árboles en toda la zona del centro y actualmente hay 6251 árboles”. 
– ¿Por qué es importante el arbolado urbano para una ciudad como Santa Rosa? ¿Cuáles son los beneficios de un correcto arbolado urbano?
– La presencia de arbolado en todo tipo de ciudades siempre trae beneficios y mejora la calidad de vida de sus habitantes. La vegetación urbana contribuye a atenuar las consecuencias negativas que pueden llegar a traer estos espacios tan modificados. En una ciudad como Santa Rosa, complementar los elementos propios del ambiente urbano con vegetación trae beneficios tanto sociales, económicos como ecológicos. Por ejemplo, si consideramos la temperatura veremos que en los centros de las ciudades pueden percibirse mayores temperaturas, generando el efecto de “islas de calor” debido a la presencia abundante de edificaciones, asfalto y demás infraestructura gris, que absorben el calor. El arbolado urbano es fundamental para compensar este efecto y disminuir las temperaturas especialmente durante el verano[3]. Otros beneficios asociados al arbolado incluyen la atenuación de ruidos fuertes, como por ejemplo del tráfico o construcciones; mejora la calidad del aire al captar partículas contaminantes y polvo, nocivas para la salud; atenúa los efectos de vientos o lluvias y también contribuye a mejorar la calidad de los espacios verdes para recreación de los vecinos. Todos estos beneficios concluyen en mejorar la sustentabilidad de las ciudades y mejorar el bienestar de la población.
Algunas veredas directamente no tienen ningún árbol.
– ¿En qué situación encontraste el arbolado en Santa Rosa?
– Hay dos aspectos a destacar. En cuanto a la cantidad de árboles presentes en la zona céntrica de la ciudad puede concluirse que el número de ejemplares es escaso. Caminando por la zona céntrica encontraremos, en promedio, 12 árboles, 2 arbustos y 2 cazuelas vacías por cuadra, cuando la ordenanza vigente establece que el espacio máximo entre árboles es de 5 metros, lo que determinaría que la cantidad “ideal” de 20 o más árboles por cuadra. Lo que encontramos en este estudio fue un total de 6251 árboles en toda la zona céntrica. En otras palabras, deberíamos observar hasta un 50% más de árboles. Esa escasez se debe principalmente a la amplia presencia de veredas sin cazuelas (espacios que se dejan para la plantación de árboles) o con cazuelas vacías, y al uso arbustos, que se encuentran prohibidos.
En lo que respecta a la composición se reconocieron 41 especies. La que más puede observarse es el fresno común, que representa más del 50% del total. Le siguen en cantidad la acacia bola, la espumilla y el ligustro. En cuanto al estado sanitario en el que se encuentran los árboles se puede decir que la mayoría (60%) presenta un estado bueno a muy bueno. Sin embargo, hay 2525 ejemplares, principalmente de acacia bola, ligustro, sófora y paraíso, en estado regular a muy malo, que deberían ser reemplazados a corto plazo. En particular la acacia bola se encuentra en muy mal estado debido a un mal manejo (en especial podas mal realizadas o en exceso, que afectaron su salud) y debería dejar de recomendarse para su uso en arbolado, al igual que los ligustros.
– ¿La población santarroseña tiene consciencia ambiental, se preocupa por un tema como el del arbolado o lo verde?
– Hay una parte de la población que reconoce la importancia y beneficios del arbolado y busca la manera de integrarlo en su frente. Hay otra parte, sin embargo, que considera al arbolado como una interferencia con su vida diaria o con otros elementos urbanos. Un claro ejemplo, es la escasez o ausencia de árboles en gran parte de los frentes comerciales de la zona céntrica. Esto se debe principalmente a que los consideran sólo como una interferencia con las vidrieras o los carteles publicitarios y con la circulación de clientes. También es cierto que el mal estado de las veredas no ayuda: cerca de un 65% se encuentran deterioradas, a veces con roturas graves, levantamiento del piso y grietas pronunciadas que afecta la circulación peatonal y contribuye a la mala imagen del arbolado.
La falta de planificación y mantenimiento generan roturas que no contribuyen a la valoración del arbolado urbano.
– Las quejas en relación a que los árboles estropean las veredas, que afectan a las redes o complican la visibilización de las vidrieras de los comercios, son la antesala para que terminen eliminando árboles en las veredas. ¿Se puede compatibilizar el arbolado con este tipo de planteos o simplemente es una cuestión de "amigarse" con esta situación, asumir que los beneficios de un buen arbolado son mayores que los problemas que puede ocasionar?
– Las ventajas del arbolado urbano y sus beneficios superan ampliamente los problemas que se puedan llegar a observar actualmente con respecto a los árboles. De todas formas, lo más importante es que los problemas con respecto a la mala condición de las veredas, que afecten la provisión de servicios públicos o su interferencia con los frentes comerciales se deben exclusivamente a una falta de planificación y manejo del arbolado. Puede compatibilizarse esta situación en primer lugar a partir de una correcta planificación, teniendo en cuenta el espacio que se encuentra disponible para la colocación de árboles y no plantar una especie que supere ese tamaño, ya que se generarán interferencias negativas con otros elementos. Esto se resuelve con la confección de un listado de especies recomendadas para cada sitio en específico, teniendo en cuenta el ancho de vereda y el porte que puede llegar a tomar la especie en su estado adulto. Es importante contar con personal capacitado para asesorar a los frentistas en su elección.
Más allá de eso, una correcta colocación de los árboles, cuidar de los mismos en especial los primeros años, regarlos y no podarlos en caso de no requerir este tipo de tratamiento, son otro tipo de tareas que pueden realizarse para mejorar su estado y reducir futuros problemas sanitarios o de interferencias con el medio urbano.
Las podas mal realizadas terminan afectando la salud de los árboles y produciendo un desarrollo deficiente.
– En Santa Rosa, más allá de las disposiciones municipales, las plantas en las veredas las ponen y las cuidan (o no) los propios frentistas. ¿Está bien que sea así o debería ser algún organismo específico quien planifique y gestione el arbolado urbano?
– Los árboles en las veredas se encuentran bajo el cuidado diario del frentista pero, en lo que respecta al mantenimiento y mejora de los mismos, es una responsabilidad compartida entre el frentista y la Municipalidad. Según la normativa vigente en Santa Rosa, el dueño de la parcela debe velar por mantener la calidad y sanidad de los árboles ubicados en su vereda, pero también es responsabilidad de la Dirección de Espacios Verdes manejar el arbolado público a través de la poda, fertilización, corte de raíces, reposición, incremento en número y mejora en la sanidad del arbolado, por ejemplo, a partir de la extracción de árboles secos, mal desarrollados, o que representen un riesgo.
Esta responsabilidad compartida entre la Autoridad de Aplicación y el ciudadano sobre el cuidado de los árboles es lo óptimo. De esta manera, los ciudadanos pueden interactuar de manera consciente sobre los árboles que se encuentran en su vereda dándole los cuidados necesarios y la Autoridad de Aplicación debería darle las herramientas necesarias para ese fin, como por ejemplo, facilitar la extracción y reemplazo de ejemplares en mal estado o enfermos de acacia bola, paraíso, entre otros. Este es un aspecto de la normativa que debería ser revisado, ya que los frentistas se encuentran con muchas dificultades al momento de resolver las situaciones con los árboles de su vereda, y en muchos casos optan por realizar extracciones ilegales. En la zona céntrica existen 744 árboles en muy mal estado que deberían ser reemplazados cuanto antes.
– Las ciudades se originan en contextos históricos en los que no necesariamente se era consciente de la importancia del arbolado, entre muchas otras cosas. ¿Es posible planificar el arbolado urbano en una ciudad que originalmente no lo tenía como un punto fuerte de planificación o necesidad?
– Es completamente posible planificar el arbolado urbano de alineación en ciudades en las cuales hace tiempo no se consideraba al mismo como un aspecto prioritario. Actualmente, el concepto de “infraestructura verde” en las ciudades toma cada día más fuerza. Como infraestructura verde se considera a la vegetación que se encuentra presente en las ciudades, de cualquier tipo y ubicada en cualquier sitio de las mismas. Por ejemplo, se puede planificar el arbolado en las veredas como una forma de conectar los espacios verdes ya existentes, como plazas y parques; comenzar a considerar la presencia y el diseño de techos y paredes verdes y todo tipo de ideas que permitan asimilar los árboles y la vegetación en general en la planificación y gestión de las ciudades.
La falta de una política de planificación adecuada, pero también de programas de acción concretos no son atribuibles a una sola gestión municipal, sino que lleva años sin ser una prioridad. Ni siquiera un aspecto importante a tener en cuenta en los nuevos desarrollos urbanísticos. Un diagnóstico realizado por Tomás Horacio Pagella en el año 2016, demostró que el 70% de los barrios de la ciudad presentaba un déficit de espacios verdes efectivos, agravado por la reasignación de esos espacios a otros usos[4]. “Es esencial dejar de considerar a los espacios verdes como simples espacios residuales o sobrantes de los procesos de planificación urbana y convertirlos en ejes importantes de la planificación”, afirma Rossini.
En zonas comerciales, los árboles fueron reemplazados por arbustos para mejorar la visibilidad de las vidrieras, pero eso no está permitido por la normativa municipal.
– Santa Rosa ha tenido un crecimiento demográfico y urbanístico muy grande en los últimos años. En general, cuando construyen un nuevo barrio se observa una planificación para abastecerlo de servicios como luz, gas, agua corriente o cloacas, pero no parece que se atendiera a la cuestión del arbolado. ¿Esto es así? ¿Qué implicancias tiene esto y qué problemas puede acarrear para el barrio y para la ciudad?
– Esto es así, y al momento de construir nuevos barrios el arbolado es un aspecto que se deja de lado y debería considerarse como un eje principal e importante al momento de planificar nuevas construcciones. Es un aspecto al cual no se le da la relevancia que merece y ahí es donde comienzan los problemas en cuanto a la inexistencia, mal estado e interferencias negativas que genera el arbolado sin gestionar o mal manejado.
– ¿Qué se podría hacer para mejorar la situación del arbolado urbano en la ciudad?
– Se pueden realizar varias acciones: reemplazo de todos los ejemplares que se encuentran prohibidos por ordenanza, como es el caso de los 313 arbustos; aumentar la cantidad de árboles completando las 728 cazuelas que se encuentran vacías; ejecutar mejores podas para no dañar los árboles; mejorar y fiscalizar las ordenanzas actuales para cumplir con lo establecido en las mismas; y facilitar el reemplazo de árboles en mal estado, entre otras. Con estas acciones se podrían incorporar un total de 5560 árboles nuevos y mejorar el estado sanitario del arbolado. Además deberían mejorarse la condición de las veredas, por ejemplo aumentando el tamaño de cazuelas para evitar restricciones al crecimiento de las plantas.
María Sol Rossini, la autora de la investigación, es Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNLPam.
Notas:
[1] La mayoría de las ciudades hoy en día comparten una organización que comprende: la infraestructura gris (conformada por las edificaciones y pavimentaciones), la infraestructura azul (los cuerpos de agua) y la infraestructura verde (formada por la vegetación). Para una adecuada planificación y sostenibilidad, en las ciudades se deben optimizar las interacciones entre estos tres elementos.
[2] El trabajo de investigación fue la tesina para la obtención del título de grado como ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNLPam, defendida y aprobada por Rossini el 9 de diciembre de 2021.
[3] La presencia de árboles y otra vegetación ubicada en los lugares adecuados, permite reducir el consumo de energía en las urbes. La Agencia Internacional de Energía estima que las ciudades con un buen diseño y planificación podrían ahorrar un 25% de la energía que actualmente utilizan para calefacción y refrigeración.
[4] Pagella, T.H. 2016. Disponibilidad y situación actual de los espacios verdes de la ciudad de Santa Rosa, La Pampa. Tesina de grado. UNLPam, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. La Pampa.